Un equipo platense para ganarle al labio leporino

EN LA CIUDAD SE RESUELVEN 300 CASOS POR AÑO

Anticiparse y conocer cuanto antes un problema de salud suele mejorar los resultados de un tratamiento. Este principio se ajusta perfectamente a una patología que afecta a uno de cada 750 niños que nacen en nuestra provincia: la fisura de labio y de paladar o, como se la identifica en la mayoría de los casos, el “labio leporino”.

En La Plata funciona un equipo multidisciplinario encargado de atender casos de FLAP (Fisura Labio Alveolo Palatina), o sea una malformación combinada entre el labio superior, la arcada alveolar, el paladar óseo y el velo del paladar. El grupo de especialistas está conformado por dos cirujanos plásticos, una licenciada en fonoaudiología y una odontóloga que, desde el Hospital de Niños, resuelve más de 300 casos por año.

El jefe del Servicio de Cirugía del Hospital de Niños e integrante de este equipo, Luis Barba, destaca que “si podemos intervenir desde el momento del nacimiento del bebé, podemos iniciar las diferentes terapias y eso permite adelantar los tiempos. Antes del tercer mes, la mayoría de los pacientes ya son intervenidos quirúrgicamente”.

“Cuando logramos detectar de manera anticipada la anomalía y se comienza a actuar desde el nacimiento, los resultados de los tratamientos son óptimos -señala la licenciada Cristina Cardulli, integrante del Colegio de Fonoaudiólogos de La Plata- ya que se termina resolviendo las cuestiones funcionales, con un buen desarrollo de la alimentación, en la voz y la comunicación”.

“Y gracias a la labor del cirujano plástico, el odontólogo y con los avances en los tratamientos, la secuela estética también resulta mínima o inexistente”, dijo la especialista.

Cabe destacar que el labio fisurado y el paladar hendido pueden ocurrir juntos o separados. Es una de las patologías que en algunos casos puede ser hereditaria -cuando hay antecedentes de padres, hermanos o familiares directos que la padecieron- aunque también existen casos derivados de falta de ácido fólico durante el embarazo, hipoxia, exposición a las radiaciones, el tabaco, químicos o drogas, entre otros.

Aunque los especialistas recomiendan comenzar con las intervenciones médicas precozmente, el tratamiento se extiende hasta los cuatro años de vida e incluye al menos tres intervenciones quirúrgicas en ese lapso, además de un seguimiento y rehabilitación, ya que el paciente con FLAP manifiesta síntomas relacionados con alteraciones en la alimentación, respiración, comunicación y hasta puede afectar el área emocional.

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