Diputados y senadores costarán $3.000 millones

En medio de las sesiones en que se sancionó el Presupuesto y la Ley Impositiva para la Provincia, las cámaras legislativas bonaerenses aprobaron sus cálculos de gastos para el próximo año, unos 3 mil millones de pesos en total.

La cifra representa un incremento del orden del 36 por ciento con respecto a las partidas del ejercicio en curso, que fueron presupuestadas en 2.191 millones de pesos.

La cifra presupuestada por los legisladores para el próximo año es sensiblemente menor a las posibilidades legales que establece el tope de 1,5 % del presupuesto general provincia, establecido en 246 mil millones.

Así los 46 senadores más el presidente del cuerpo que no ostenta ese cargo, Gabriel Mariotto, tienen previsto insumir unos 1.277 millones de pesos a razón de unos 27,1 millones por legislador.

En tanto, los 92 diputados se aprobaron un presupuesto de 1.708 millones de pesos, lo que significa un gasto de 18,5 millones de pesos por banca.

En tanto, desde el oficialismo y la oposición surgieron repercusiones de las sesiones del pasado jueves en que se sancionó el Presupuesto y la Ley Impositiva de la Provincia.

El presidente de la Comisión de Presupuesto del Senado, Patricio García, del Frente para la Victoria, resaltó la “importancia de tener un presupuesto que nos permita garantizar el cobro de los salarios a todos los agentes públicos, que no es poco en semejante tamaño de Provincia, sin hacer un incremento impositivo elevado. Porque los impuestos, en el caso del rural y urbano, reciben aumentos del treinta por ciento, pero el impacto de bolsillo no es un número tan importante. Para nosotros es importante que esos impuestos se equilibren con la realidad”.

Por su parte, el diputado del FAP Juan Carlos Juárez aseguró que el presupuesto “deja muchas cuentas pendientes en materia de salud, infraestructura y seguridad”.

El presidente del bloque de diputados del Frente Renovador, Jorge Sarghini, resaltó que su bancada fue la única, junto al monobloque de Izquierda, que no acompañó la Ley Impositiva.

“La ley impositiva y el presupuesto muestran falacias. La progresividad de los tributos y la necesidad de ajustar el inmobiliario es un contrasentido. Desde el inicio de la gestión Scioli han crecido con fuerza los impuestos regresivos y han perdido los progresivos, por eso crecen sellos y automotores, e ingresos brutos representa el 75 por ciento, cuando era el 65 por ciento, mientras que el inmobiliario cayó de 10 a 6 por ciento, y quedó en cuarto lugar”, explicó Sarghini