Osvaldo Pamparana: la medicina y el arte, de la mano

En general cuando observamos un cuadro, tendemos a ver o consideramos a sus personajes estáticos, que lo representan sólo en el momen to que fueron retratados. Lo mismo sucede con quienes realizaron sus creaciones, las que eventualmente se convertirían en obras de arte extraordinarias y perdurables en el tiempo. Los imaginamos sólo en ese preciso momento. Sin embargo, ellos -los creadores- también eran seres humanos y, como cualquiera, cada mañana se despertaban y vivían el día con lo que les tocaba llevar a cuestas: alegrías, obligaciones y penas, ya fueran físicas o psíquicas.

Muchos artistas en general y pintores en particular, más de lo que uno pudiera imaginar, vivieron atormentados por alguna dolencia, hayan sido éstas o no -generalmente no- la causa de su muerte. En este trabajo del platense Osvaldo Pamparana ( Arte + Arte + Algo de medicina ), se deja con rigurosidad e ingenio un lúcido testimonio del sufrimiento, de la aflicción, de la angustia o del suplicio que les significó, a cada uno de ellos -desde Renoir, pasando por Gauguin, hasta Van Gogh o Matisse, entre otros-, vivir sus vidas, pero que sin embargo soportaron con coraje y no se abatieron ni claudicaron ante las adversidades. Al contrario, a pesar de sus desgracias, nos dejaron como legado sus asombrosas y extraordinarias obras de arte.

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