Desembarcó en el Centro la movida para reciclar “chatarra informática”

La campaña anual de recolección de basura electrónica ganó las veredas de calle 47 entre 5 y 6

La campaña de recolección de equipamiento informático en desuso ganó ayer las veredas del Rectorado, hasta donde se acercaron numerosos vecinos y empleados de organismos públicos y empresas para donar viejas PC, teclados y monitores.

Organizada por el programa “E-Basura, reciclando con fines sociales”, que lleva adelante desde hace años la facultad de Informática de la UNLP, la campaña tiene por objeto aumentar la capacidad de los voluntarios del proyecto de rearmar nuevas máquinas y donarlas a instituciones y escuelas humildes con el fin de “achicar la brecha digital”, una tarea que realizan cada día en el taller que la unidad académica del Bosque posee en 3 y 525, en Tolosa.

“La idea es generar conciencia en la gente de que la basura informática no tiene que ir al tacho con el resto de residuos, porque es altamente contaminante”, explicó Damián Candia, uno de los promotores del proyecto, y añadió que “si alguien tiene la suerte de poder comprarse una computadora nueva, tiene que saber que esa PC vieja que dejará de utilizar todavía puede servirle a alguien”, subrayó, resumiendo así el espíritu de la propuesta.

Cabe recordar que a través del programa “E-Basura”, la facultad de 50 y 120 ya repartió computadoras -que sus voluntarios arman con las mejores partes de las máquinas donadas- entre comedores barriales, bibliotecas populares y escuelas de la periferia.

DESTINO FINAL...SEGURO

Damián es uno de esos voluntarios. Ayer, sentado cerca del gazebo que montó con sus compañeros sobre calle 47 para recibir las donaciones, contó que “todo lo que recibimos tratamos de repararlo, mejorarlo y donarlo”, apuntó, y pasó a contar la otra ‘pata’ del proyecto.

“Lo que no sirve más lo mandamos a una empresa que lo recicla. Se llama Scrap y Rezagos y queda en Buenos Aires. Es una de las dos que se dedican a esta tarea que nosotros llamamos ‘darle un destino final seguro a la basura electrónica’”, resaltó.

Tras indicar que del proyecto “hoy participan diez personas en forma estable y muchos voluntarios que le dedican el tiempo que pueden”, contó que en la víspera llenaron una camioneta con las donaciones que recibieron. “Realmente, la gente se engancha mucho”, remató Damián Candia.

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