Mucho más que una canción bonita

En un universo musical que a veces no se presenta tan fácil para una mujer, Lucía Giles sabe lo que quiere, de dónde viene, y hacia dónde va.

Concretamente, la cantautora platense que lidera la ascendente banda de rock’n’pop que lleva su nombre viene de compartir escenarios con figuras como Fabiana Cantilo, Hilda Lizarazu, Minino Garay, Iván Noble y Daniela Herrero; y va hacia la culminacion de su primer disco, “Sin estribillos”, que llegará a las bateas a mediados de abril próximo.

Estudiante avanzada de Licenciatura en Música Popular en la Facultad de Bellas Artes, empleada administrativa de la Facultad de Ciencias Económicas, antes de cumplir los 23 años se quedó con el primer puesto del Concurso “Sónica Speedy” y TSD Group. Además, es la compositora de la cortina radial del programa “El Buscador”, que emite FM La Redonda.

Acompañada por Emiliano Bartolucci (guitarra), Liano Lestafe (bajo), Juan Castro (batería) y Soledad Decara (coros), se muestra dispuesta a sortear todas las dificultades que se presenten con el carácter, la firmeza y la perseverancia que acompañan su incipiente carrera desde sus comienzos.

“Siempre me gustó la música, desde chica” revela: “cuando tenía dos años, mis viejos me dejaban adentro de la cuna con un pianito chiquito y yo tocaba todo el día. Después me compraron uno más grande, empecé a sacar canciones, ya veía que me gustaba y a los nueve quise ir a estudiar. Tomé clases particulares hasta los doce, y después empecé a tocar lo que a mí me gustaba, ya sin partituras, ni música clásica”.

Multiinstrumentista por naturaleza, Lucía considera al piano como “propio”; frente a las teclas compone y arregla desde los 17, cuando a su vida habían llegado Charly García, Fito Páez y Luis Alberto Spinetta, referentes “importantísimos” en su decisión de internarse en el universo musical. Primero sola, ahora acompañada.

“Cuando arranqué a tocar salía sola con un piano, con un Casio chiquito que no sonaba nada, lo hacía para divertirme, todavía no estaba estudiando” recuerda: “me acuerdo que le había hecho una canción a mi novio, que también es mi representante porque a veces el camino de la música es medio difícil siendo mujer, y me pongo a tocarla y cantarla y él me propone grabarla. Después de grabarla en el departamento de forma muy casera, sale la idea de salir a tocar con un piano o una guitarra sola”.

“Cuando vimos que a la gente le empezó a gustar, que tuvimos buena repercusión en las redes sociales, y que se empezaron a abrir las puertas, dije ‘tengo que tener algo atrás para que suene más power’” subraya: “ahí convoqué a un grupo de músicos y todo se volvió más profesional”.

EL ETERNO FEMENINO

En relación con el papel de las mujeres en el mundo del rock, Giles considera que “siempre fue un poco complicado; están Fabi Cantilo, Hilda, Daniela Herrero y no muchas más. Es difícil, y más siendo líder de una banda, porque te encontrás con gente que está acostumbrada a otros estereotipos y un poco te subestiman. Tenés que hacerte un lugar y mostrar lo que sabés hacer. Si vos arriba del escenario sos buena, las oportunidades llegan”.

Acerca de la escena local, cree que “dentro de todo La Plata me ha dado un lugar, he tocado con gente conocida, se me fueron abriendo puertas pese a ser una figura femenina. Hoy en día para vivir de la música necesitás que te siga mucha gente, que tus canciones suenen todo el tiempo, más con el consumismo que hay: hoy en internet todo el mundo tiene acceso y no es fácil, somos un millón de bandas en La Plata y todas quieren un lugar, y no hay lugar para todos. Hay más bandas que gente que escucha...”.

Once temas propios forman parte de “Sin estribillos”, el disco debut de Lucía Giles que muy pronto estará listo para salir a la calle. “Son todas canciones mías, si tuviera que definir el concepto, podría ser mi vida. La mayoría de las canciones hablan de las historias que tuve cuando fui chica y las que me tocan vivir ahora y es como un poco el crecimiento de una adolescente, el irse de su casa, tener que salir a laburar”, concluye: “entre líneas quiere decir eso, el paso de niña a mujer”.