Shock de hidratación facial

Entre los tratamientos de efecto rápido y mínimamente invasivos que se pueden hacer para reparar la piel del rostro luego de exponerla al sol, la mesoterapia facial es uno de los más eficaces y solicitados, porque produce un shock de rehidratación, ideal para después del verano y para encarar los meses fríos.

“La mesoterapia facial inyecta sustancias en las capas superficiales de la piel del rostro para combatir o prevenir el envejecimiento. Es muy eficaz para estimular y aumentar la síntesis de colágeno, de elastina y de componentes de la matriz extracelular; combatir los radicales libres con antioxidantes; estimular la renovación celular; inmunomodular los tejidos y mejorar la microcirculación y la oxigenación de los tejidos”, explica el doctor Daniel Fabián Klotzman, médico especialista en Nutrición y Estética no invasiva y psiquiatra.

Según comenta el especialista, se usan más que nada dos tratamientos:

MESOLIFTING: produce un estiramiento y reafirmación de los tejidos cutáneos por nutrición, humectación e hidratación de la piel. Es la aplicación de sustancias biológicas que estimulan la producción de colágeno propio, gracias a la activación de los fibroblastos de la dermis que le dan a la piel más tonicidad e hidratación. Algunos componentes moduladores para el buen funcionamiento de la piel son el ácido hialurónico, precursores de la síntesis del colágeno, despigmentantes, antioxidantes, sustancias tensoras y vitaminas. “Ideal para prevención de arrugas entre los 40 y 60 años de edad, cuando la piel tiene la capacidad de reaccionar a un estímulo intradérmico y así reactivar su vitalidad”, dice.

SHOCK DE REHIDRATACION FACIAL: consiste en 3 sesiones de mesoterapia facial con ácido hialurónico y vitaminas y minerales. “De esta manera, se estimula el fibroblasto que es el que elabora el colágeno y la elastina, logrando restablecer la matriz intercelular y la “malla” que le da tensión a la piel. “El resultado es una máxima hidratación de las células de la epidermis, lo que mejora el aspecto, la textura, el brillo y el color de la piel, señales claras de rejuvenecimiento”, detalla Klotzman.