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ELDIA |REVISTA DOMINGO

Máxima, las marcas de un año de reinado con acento argentino

Un año después de haber sido coronada, la argentina Máxima Zorreguieta es la figura más popular de la monarquía holandesa. Por qué en los Países Bajos la aman y en todo el mundo la admiran.

4 de Mayo de 2014 | 00:00
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MÁXIMA ES LA FIGURA MÁS QUERIDA POR LOS HOLANDESES. Y EN EL DÍA DEL REY, DONDE SE CELEBRÓ EL PRIMER AÑO EN FUNCIONES DE LOS MONARCAS, LA ARGENTINA FUE LA GRAN ATRACCIÓN, MOSTRANDO SUS HABILIDADES DEPORTIVAS Y SU INNEGABLE GLAMOUR
MÁXIMA ES LA FIGURA MÁS QUERIDA POR LOS HOLANDESES. Y EN EL DÍA DEL REY, DONDE SE CELEBRÓ EL PRIMER AÑO EN FUNCIONES DE LOS MONARCAS, LA ARGENTINA FUE LA GRAN ATRACCIÓN, MOSTRANDO SUS HABILIDADES DEPORTIVAS Y SU INNEGABLE GLAMOUR

Hace ya un año, cuando estaba por terminar el mes de abril de 2013, una joven argentina, bonita, de posición acomodada y además esposa de un Príncipe heredero, se convertía no solo en Reina, sino en tapa de todos los medios del mundo, en sueño y ejemplo para miles de mujeres y en “ídola” para millares de argentinas. Pero Máxima Zorreguieta, la “Reina Máxima”, se convertía además en la mujer más popular de toda Holanda. Y un año después, lo sigue siendo.

En este primer año de reinado de Guillermo Alejandro y Máxima de Holanda, la mayoría de los holandeses, a pesar de estar inmersos en la severa crisis que golpea a Europa y particularmente a su economía, los siguen viendo como “exitosos” y mantienen un sólido apoyo a la institución monárquica.

Pero, ¿cuál es el verdadero rol de Máxima para que esto sea así?

Economista de carrera como es, brinda su conocimiento y experiencia a favor de la inclusión financiera para minimizar la pobreza: es miembro del Consejo de Estado, importante organismo de asesoramiento del gobierno; patrona del Fondo de Orange, que busca el bienestar social de los holandeses; abogada especial del secretario general de la ONU para el desarrollo inclusivo; presidenta honoraria del G-20 para las finanzas inclusivas, y parte de la Comisión para la participación de las Minorías Etnicas de la Mujer, que promueve la participación social de mujeres de grupos étnicos minoritarios, entre tantas otras cosas.

Pero todavía más que eso, lo que los holandeses más admiran de esta mujer argentina es que es una madre muy presente.

Todos destacan cómo se maneja con sus hijas, cómo las cuida, la relación que tienen. Que su casa parece una casa normal donde ella y su marido están pendientes de las chicas, más allá de institutrices, maestras de idioma y asistentes. Y saben que las princesas Catharina-Amalia (la futura reina); Alexia y Ariane, tienen no solo una gran educación, sino una madre presente y moderna.

EL EXITO REAL

Hace un año, Guillermo y Máxima se convertían en los nuevos reyes tras la abdicación de Beatriz, en una histórica ceremonia celebrada en la Iglesia Nueva de Amsterdam, que convirtió al monarca en el primer varón que se sienta en el trono holandés en los últimos 118 años y en el rey más joven de Europa, y a Máxima en la primera argentina en convertirse en Reina.

Ahora, un año después, cuando la crisis económica sigue golpeando los bolsillos europeos y en momentos en que varias monarquías del viejo continente están en el foco de las críticas desde diversos sectores políticos y sociales, las encuestas muestran guarismos sorprendentemente favorables al rol de la joven pareja.

Un sondeo realizado por Ipsos, registra que el 71% de los entrevistados está contento con el desempeño del rey y un 74% tiene confianza en él, mientras Máxima (la figura más popular de la Casa Real) goza de una popularidad del 79%, por encima de la ahora princesa Beatriz, y con tendencia creciente.

El embajador holandés en Argentina, Hein de Vries, explica este fenómeno destacando que el rol de los monarcas se sitúa “por fuera de lo meramente político”, ya que los reyes “defienden nuestro sentido de pertenencia holandés y nos unen al más alto nivel”, lo que es fundamental en un país tan diverso”.

El representante holandés usó la palabra “exitoso” para definir este primer año de la pareja real, e interpretó que la juventud de Guillermo y Máxima, así como su extensa y repleta agenda de actividades en el país y el exterior, contribuyeron mucho a ese éxito.

Paralelamente, algunos aspectos de la relación entre Argentina y Holanda se vieron favorecidos durante este primer año, señala De Vries, quien muestra estadísticas con un aumento del turismo recíproco y explica que en algunos meses recibirá a una misión comercial “que también incluirá Paraguay y Chile, pero tendrá como centro Buenos Aires”.

Desde Amsterdam, en tanto, el secretario general del Partido Socialista holandés, Hans van Heijningen, tiene una mirada similar respecto al buen desempeño real en su primer año, aunque prefiere hacer hincapié en un incipiente debate en el seno de la sociedad holandesa sobre “la necesidad de que los monarcas también paguen impuestos”.

Van Heijingen, se mostró esperanzado de que este tema se incluya en el debate sobre el Presupuesto que los legisladores deben realizar en septiembre próximo, aunque tiene claro que sólo los “partidos progresistas votarían a favor” de una iniciativa en tal sentido.

UNA VIDA DE REYES

En Holanda, el Estado financia, además del salario, todos los costos de la Casa Real, lo que incluye palacios, viajes en avión, personal, costos que ascienden a unos 4 millones 500 mil euros al año.

Partidarios del alto salario real alegan, sin embargo, que las actividades de los monarcas constituyen un potente factor comercial que procura muchos ingresos al país.

“Esto es porque en sus viajes siempre son acompañados por una delegación comercial, lo que contribuye a que empresas locales logren así más fácilmente contratos en el extranjero”, señala la observadora holandesa Ingrid de Vries.

“Por ejemplo en relación con Argentina -señala por su parte el embajador holandés- estas misiones se focalizarán en el tema energético y aguas e incluirá lo agroalimentario y logístico. Esperamos que allí se manifieste este interés nuevo y este entusiasmo”.

Para Van Heijingen, en tanto, “el descontento general sobre el gobierno de liberales y socialdemócratas del primer ministro Mark Rutte no se traspasa a la Casa Real, y esto es debido a que para los holandeses, los reyes son un símbolo de unificación y de identidad, que garantiza su sentido de pertenencia”.

Es así que en medio de esta atmósfera que busca evidenciar austeridad, el aniversario del reinado de Guillermo y Máxima no se celebró. Apenas, el sábado 26 de abril se celebró el Día del Rey, lo que anteriormente era el día de la Reina.

Ese día, Máxima y Guillermo visitaron junto con la ahora princesa Beatriz y demás familiares varias localidades holandesas para celebrar austeramente lo que es un típico festejo local, ya que en Holanda se trata de un día de jolgorio en el que cientos de miles salen a las calles vestidos con el color naranja de la Casa de Orange-Nassau, mientras en el “vrijmarkt” , una especie de mercado de pulgas, otros miles aprovechan que la venta callejera está liberada para sacar trastos viejos, o hacer comida para vender.

Pero ese día, en Holanda el diablo metería la cola y un ignoto alcalde metería la pata y algo más, con una acción que escandalizó al país y fue reflejado en todo el mundo.

Era el Día del Rey en Holanda y la reina Máxima celebraba además el cumpleaños de su esposo entre las multitudes cuando el alcalde Fred de Graaf hizo un movimiento en falso que lo puso en el ojo del huracán: su mano bajó demasiado por la espalda de la esposa del Rey y ese acto enfureció a los holandeses.

“No me acuerdo y de ninguna manera lo hubiera hecho de forma consciente”, declaró después el alcalde sin poder zafar del papelón.

Es que las imágenes lo condenaban. Tras las celebraciones, se publicó un video grabado en el transcurso de los actos oficiales donde se podía apreciar cómo la mano del alcalde de Amstelveen bajaba demasiado, colocándose en un sitio indecoroso.

El video dio la vuelta al mundo y causó una gran polémica en Holanda.

Fred de Graaf , el alcalde en cuestión, fue el primero en negar los hechos, afirmando que lo que se vio se debe a una ilusión óptica, y que en ningún momento le tocó la cola a la reina.

Sin embargo, en el video se vio claramente como la monarca argentina se acercaba a saludar a la multitud, mientras que el alcalde se acercaba a la reina, quien saludaba a una persona del otro lado de la valla, y de Graaf la tomaba por la cintura para hacerla continuar con el recorrido. Pero su mano fue más allá de lo debido.

Máxima no pareció haber notado el movimiento inapropiado, pues no hizo ningún gesto y continuó caminando hacia donde estaba su marido, quien tampoco pareció darse cuenta de nada.

UNA REINA REAL

Pero más allá de estos avatares, de sus viajes, su glamour y de su enorme popularidad, ¿es Máxima una Reina en todo el sentido de la palabra?

Por el momento es la esposa del Rey y madre de sus herederas, pero en el futuro podría ser mucho más que eso.

Es que la argentina Máxima Zorreguieta terminó por conquistar la confianza del mismísimo gobierno holandés, y en una sesión extraordinaria, el Parlamento ya decidió que si el rey Guillermo Alejandro muriera, abdicara o fuera inhabilitado antes de que su primogénita Amalia cumpliera los 18 años, la argentina sería nombrada “Reina Regente”.

Y eso se trata de la tarea más importante que le fuera encomendada hasta ahora a Máxima, desde que fue entronizada junto a su marido el 30 de abril del año pasado.

Según los parlamentarios, “en los últimos años, desde su matrimonio, la madre de la futura soberana puso sus cualidades al servicio del reino, y recibió por ello amplio apoyo”.

Y en una rápida sesión conjunta de las dos cámaras, los legisladores decidieron que la reina consorte sea la que asuma la regencia en nombre de su hija Amalia, que alcanzará la mayoría de edad recién el 7 de diciembre de 2021. También el gobierno del primer ministro Mark Rutte apoyó la opción de entregar la hipotética regencia a Máxima.

“Esperamos que los reyes y sus hijas cuenten con salud por muchos años, pero en el caso de que falleciera el rey tiene que haber una regulación dispuesta para la regencia”, dijo Rutte durante la sesión extraordinaria.

Es así que en caso de tener que llevar a la práctica su regencia, Máxima asumiría en nombre de su hija las funciones que actualmente desarrolla su esposo. Estaría de este modo asistida, además, por el vicepresidente del Consejo de Estado, por el presidente del Tribunal General y por el presidente de la Corte Suprema.

Además, el Parlamento estableció que si Máxima también falleciera antes de que la princesa Amalia cumpliera 18 años, el príncipe Constantino, hermano de Guillermo Alejandro, actuaría como regente.

Constantino, de 42 años, ocupa actualmente el cuarto puesto en la línea de sucesión al trono holandés, mientras que las hermanas de Amalia, las princesas Alexia y Ariane, ocupan el segundo y el tercer puesto respectivamente.

La legislación aprobada sigue el modelo establecido en 1980, cuando asumió Beatriz. Guillermo Alejandro tenía en ese momento 13 años y su padre, el príncipe Claus, fue nombrado regente en el caso de que la reina muriera antes de que Guillermo cumpliera 18 años. Si Claus hubiera muerto durante ese período, se habría convertido en regente la princesa Margarita, hermana de Beatriz.

Sin embargo, la única vez que una reina consorte holandesa tuvo que hacerse cargo de la regencia fue en 1890, cuando murió Guillermo III y su hija y heredera, la princesa Guillermina, tenía sólo 10 años.

Fue su madre, la reina Emma, quien ocupó el puesto de regente hasta 1898, año en que Guillermina alcanzó la mayoría de edad y fue entronizada.

Pero esta sesión Parlamentaria para respaldar a Máxima fue extraordinaria.

Es que las dos cámaras sólo se reúnen, además de para nombrar regente, para aprobar el presupuesto o para declarar la guerra. Máxima no asistió a esa sesión, pero sí participaron los miembros del Parlamento y del Senado, así como Rutte; el ministro del Interior, el ministro de Justicia y el titular de Finanzas, y también asistieron representantes de Aruba, Saint Marteen y Curaçao, que son parte del Reino de los Países Bajos.

Semejante espaldarazo era esperado y no generó polémica en Holanda. Por el contrario, reforzó la imagen positiva que los holandeses tienen de Máxima.

Es que según las encuestas, Máxima es la integrante de la familia real más querida por los holandeses y para muchos, la favorita. Después de todo, es la Reina de Holanda, aunque sea Argentina.


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