“Aún no está claro el móvil de los crímenes”

Gustavo Galasso, abogado de Marisol Pereyra, una de las tres mujeres asesinadas hace más de dos años junto a una nena, en el PH de la calle 28 entre 41 y 42, aseguró que “aún no está claro el móvil de los crímenes”.

Sin embargo, el letrado consideró que “hay elementos dentro del expediente que han generado una vinculación de (Osvaldo) Martínez y Quiroga, una cuestión de celos de Martínez que se fue probando y de Quiroga, porque trabajó en ese domicilio”, afirmó el letrado.

Galasso hizo referencia así a los dos hombres que hoy empezarán a ser juzgados como presuntos autores de los cuatro asesinatos, en aquél sangriento final de 2011.

“Vamos a pedir una pena acorde al hecho que se produjo”, advirtió el abogado y destacó que en el transcurso del juicio se verá si “se puede demostrar la autoría de Martínez y de Quiroga de este hecho”.

Galasso remarcó que “en el caso de (Javier Edgardo) Quiroga hay una pericia clave que dio positivo, que fue la de ADN, lo cual es contundente e intentaremos probar las demás circunstancias para pedir una pena acorde al hecho que se produjo”.

LOS JUECES

El Tribunal Oral en lo Criminal 3 de La Plata, integrado por los jueces Ernesto Domenech, Andrés Vitali y Santiago Paolini, prevé tomar declaración a casi 170 testigos.

Uno de los primeros en declarar será Daniel Galle, padre de Micaela Galle (11), asesinada junto a su madre Bárbara Santos (29), su abuela Susana De Barttole (63) y una amiga, Marisol Pereyra (35).

Daniel Galle, junto a un vecino de las víctimas, fue quien alertó a la Policía de que había manchas de sangre en la puerta del departamento en el que fue cometido el cuádruple homicidio.

En el living del departamento fue encontrado el cadáver desnudo de Santos, quien se presume fue sorprendida por su asesino cuando se duchaba.

En la cocina, fueron hallados los cuerpos sin vida de Pereyra y de De Barttole y, en uno de los dormitorios, apareció sobre una cama de dos plazas el cadáver de la menor, con un celular en sus manos.

Martínez permanece en libertad, mientras que el otro imputado, conocido de las víctimas por haber realizado trabajos de albañilería en el departamento, se encuentra recluido desde hace meses en la Unidad 9 de La Plata.

Ambos fueron acusados por el fiscal Alvaro Garganta, quien sostuvo que “por lo menos dos hombres, conocidos de la familia, mediante múltiples golpes y heridas de arma blanca, le dieron muerte a Bárbara Santos, a Susana De Barttole y a Micaela Yamila Galle Santos”.

El fiscal consideró que, “en dichas circunstancias, ante la llegada imprevista de Marisol Pereyra, el primero (por Martínez) la recibe y el segundo (Quiroga) la ultima”.

Garganta tomó en cuenta el testimonio del remisero Marcelo Tagliaferro, quien trasladó a Pereyra hasta la escena del crimen e identificó al acusado Martínez como el hombre que presuntamente salió a recibir a la mujer.

Según el fiscal, el ADN encontrado en el departamento y debajo de las uñas de Pereyra coinciden con las del imputado Quiroga, prueba que es objetada por la defensa.