Bronca y duros cruces por la violencia tras la final

LA VIDRIERA DE UN LOCAL DE ZAPATERÍA DE 8 Y 51, AL IGUAL QUE OTROS COMERCIOS Y EDIFICIOS DE LA ZONA CÉNTRICA DE LA CIUDAD, AMANECIÓ AYER DAÑADA POR PIEDRAZOS. LOS INCIDENTES DEL DOMINGO CAUSARON GRAN TENSIÓN POR EL ACCIONAR VANDÁLICO DE UN GRUPO QUE EMPAÑÓ LOS FESTEJOS DE APOYO A LA SELECCIÓN A PESAR DE LA DERROTA EN EL PARTIDO FINAL DEL MUNDIAL

El paisaje con el que amaneció ayer el microcentro de la Ciudad, tras los serios incidentes que se produjeron durante los festejos por el subcampeonato en el Mundial de fútbol, era desolador. Los disturbios dejaron un tendal de decenas de comercios devastados y vidrieras destruidas. Las marcas de otra incomprensible noche de vandalismo y violencia fueron también los ventanales destrozados en oficinas públicas y edificios particulares, los autos abollados, los cascotes y vidrios rotos que sembraban las calles céntricas y el mobiliario urbano despedazado.

Muchos comerciantes, que otra vez fueron los más perjudicados por los serios disturbios, perdieron también un día de trabajo, ya que en esas condiciones no pudieron abrir las puertas de sus locales. Algunos ni siquiera tenían ya mercaderías, porque se las habían sustraído todas durante los desmanes.

“Ya se robaron todo. Saludos”, decía un cartel que colgaron en la puerta de un local de venta de celulares de 8 y 49, de donde los delincuentes se llevaron equipos valuados en miles de pesos aprovechando los incidentes.

Por ahora no hubo balance final del perjuicio económico que los disturbios causaron a los propietarios de comercios platenses. Tampoco del número de locales que sufrieron las consecuencias del vandalismo, aunque se cuentan por decenas. Y, como es evidente, en el sector hay mucha bronca por lo acontecido.

Testigos del espiral de violencia aseguraron que hubo participación en el vandalismo de “muchos menores”, algunos en “bandas”

“El comerciante está completamente desprotegido”, remarcó Juan Carlos Piancazo, presidente de la Cámara de Comercio de La Plata, que ya había pedido medidas de protección tras los actos vandálicos que se registraron el miércoles pasado, cuando se festejó en el Centro el pasaje a la final del Mundial.

Piancazo sostuvo que este tipo de desmanes “siempre termina afectando al comercio, que tiene daños muy significativos y que no son resarcidos de ninguna manera”.

En tanto, el balance de detenidos indicó que de las 37 personas que fueron aprehendidas durante los incidentes, aún 19 permanecen tras las rejas, acusadas por distintos delitos. De esos 37 aprehendidos, 12 eran menores de edad y fueron restituidos a sus padres.

Testigos del espiral de violencia que se vivió el domingo por la noche tras la final en Brasil, que empañó la fiesta de apoyo y aliento para la Selección a la que se habían convocado miles de platenses, aseguraron que hubo participación en el vandalismo de “muchos menores”, algunos en “bandas”.

“Esto no es la primera vez que pasa”, afirmó una empleada del hotel de calle 51 entre 10 y 11, donde ayer a la mañana estaban reemplazando los ventanales destrozados por los vándalos. Ya días atrás, en ese hotel -y luego de otro partido de la Selección- un grupo de personas había roto a piedrazos uno de los vidrios de la cafetería. Pero lo de anteanoche fue mucho peor: los piedrazos destruyeron los tres ventanales principales y obligaron a los huéspedes a refugiarse mientras esquivaban los proyectiles “que volaban por todos lados”.

“Los hechos de ayer -por el domingo- fueron un festejo equivocado. Ni siquiera eso, fue vandalismo”, expresó el encargado del hotel, quien explicó que, por fortuna, ningún huésped ni empleado resultó herido

En esa cuadra los vándalos también rompieron los vidrios de Asuntos Internos de la Policía Bonaerense y de una compañía aseguradora. “Entre los que tiraban piedras había adultos, pero también muchos menores. Algunos usaban gomeras y rompieron ventanales hasta del cuarto piso de un edificio”, contaron los frentistas.

Según afirman los comerciantes de la zona, muchas de las personas involucradas en los disturbios comenzaron su movilización desde Plaza Moreno; eran “miles de personas que una vez que perdimos el partido vinieron en banda, ya muchos alcoholizados”, aseguró el representante de la Casa de Acción Católica, ubicada sobre calle 51, al lado de la torre administrativa I.

Con piedras y baldosas que levantaron de las veredas, los vándalos rompieron las ventanas de ese local, y, según los damnificados, robaron mercaderías por un valor de 50 mil pesos. “Cuando nos enteramos vinimos lo más rápido posible, pero tardamos en ingresar a la zona porque todavía estaban los disturbios. La Policía nos recomendó que no nos quedemos porque ellos no podían hacerlo”, expresó el encargado del local religioso.

También la sucursal de una cadena de supermercados y un local de electrodomésticos, ambos ubicados sobre avenida 7, recibieron decenas de pedradas y terminaron con los vidrios destrozados y las cortinas de metal abolladas.

Peor suerte tuvo la histórica confitería de 7 y 48, cuya amplia vidriera estalló por los piedrazos en medio de los desmanes. El ataque causó pánico entre los clientes que se encontraban en ese momento, muchos de ellos adultos mayores. Julio Young, encargado de la confitería, contó que junto a un grupo de chicas que pidieron refugio para protegerse del descontrol de la calle, los clientes y empleados se guarecieron en el interior del local durante una hora y media hasta que los disturbios cesaron.

Después de cubrir con un plástico el enorme hueco que se abrió en el ventanal, la confitería abrió ayer sus puertas, a la espera de que puedan remplazar el vidrio, lo que es “muy difícil” y costoso, “por su gran tamaño”.

Susana González tiene una casa de venta de muebles de oficina en calle 50 y ayer no encontraba explicación a los desmanes. “La calle 50 estaba cortada desde la mañana, quiere decir que pensaban que algo podía ocurrir; sin embargo, nadie frenó a los que pasaron rompiendo todo”, apuntó la comerciante, a la que además de romperle la vidriera, le causaron destrozos en varios muebles que estaban exhibidos para la venta. Solo reponer el vidrio le costó $ 5 mil.

Si bien en muchos casos cuentan con seguro, el titular de la Cámara de Comercio sostuvo que “el seguro después dice que el “tumulto” no entra, o hay determinadas compañías que esos riesgos no los cubren”.

Notas relacionadas

Todavía quedan 19 detenidos

En el Obelisco hubo 70 heridos por la violencia