Ni hablar del cuadro de honor

El debate sobre los “boletines sin aplazos” tiene, en todo caso, la virtud de poner en primer plano una discusión que desde hace tiempo se debe la educación. ¿Hay una tendencia que propone la eliminación del mérito en las escuelas? ¿Tienden a abortar todo lo que pueda ser un reconocimiento al esfuerzo, al estudio, al talento o a la creatividad de los estudiantes? ¿Se va en camino a un aprobado obligatorio, a la eliminación de los exámenes y a la inexistencia de cualquier forma de evaluación? Puede parecer exagerado. Pero algunos pedagogos aseguran que en esa dirección va la corriente.

Hace ya muchos años que se eliminaron los “cuadros de honor” en las escuelas. ¿Por qué? Se supone eran un recurso para destacar a los mejores. Vino un tiempo en el que eso no fue bien visto y descolgaron los cuadros para siempre.

Hasta no hace muchos años las escuelas enviaban a la Redacción de EL DIA los listados de los mejores promedios con sus fotos. Dejaron de hacerlo y hoy es una información a la que no es fácil acceder.

En el camino ha cambiado todo el diccionario educativo. Ya no se habla de “reglamento de disciplina” sino de “acuerdos de convivencia”; ahora no se habla de “boletines” sino de “libretas de trayectoria escolar”. La primaria pasó a ser EGB y ahora volvió a cambiar; los grados son “secciones”; dentro de poco quizá sea mal visto llamar “maestra” a la maestra.

Ahora desaparece una nueva institución educativa: los aplazos. El argumento es que son “estigmatizantes”. Por supuesto, ya habían quedado también en el camino la penitencia en el rincón y las amonestaciones.

Las autoridades dicen que lo que desaparecen son el 1, el 2 y el 3 (los números rojos) pero no los aplazos, que pasarán a ser el 4, el 5 y el 6. Serían aplazos menos estigmatizantes. Pro si el 4 va a ser igual que el 1, ¿cuál es el sentido del cambio? Y si el 4 será igual al 1, ¿no habría que incorporar el 13 como mejor calificación?

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