Masacre de La Loma: el remisero, complicado

EN SU REMÍS, MARCELO TAGLIAFERRO LLEVÓ A MARISOL PEREYRA HASTA LA ESCENA DEL CRIMEN. LUEGO DECLARÓ QUE AHÍ HABÍA VISTO A OSVALDO MARTÍNEZ. ESTE LO ACUSÓ DE HABERLO INCRIMINADO FALSAMENTE

La Justicia platense rechazó un planteo de eximición de prisión del remisero Marcelo Tagliaferro, acusado por el delito de “falso testimonio” en la causa que ventiló la masacre de La Loma. Es que había incriminado a Osvaldo “Karateca” Martínez y éste terminó absuelto en el juicio oral.

La decisión fue adoptada por el juez de Garantías Guillermo Atencio, aunque la situación de Tagliaferro no se resolverá hasta que no quede firme la absolución de Martínez.

El juez Atencio rechazó el planteo de eximición de prisión en favor de Marcelo Alejandro Tagliaferro presentado por su defensor, Sergio D’Amico, ante el pedido de detención formulado por el representante de Martínez, Marcelo Mazzeo.

Tagliaferro sostuvo que en el eventual caso de ser condenado, la pena sería “en suspenso”, pero Atencio replicó: “Resulta prematuro expedirme sobre la procedencia de la condena condicional”.

“No resulta posible abrir juicio con respecto a las condiciones personales del imputado que no ha sido aún ni visto ni escuchado como para concluir en que, para el caso de ser condenado, la pena no será de efectivo cumplimiento”, insistió.

Sin embargo, la Sala Tercera de la Cámara del Crimen platense resolvió que la situación de Tagliaferro no puede ser abordada ahora, por cuanto no está firme la absolución de Martínez, lo que impide determinar si hubo o no “falso testimonio”.

Con la firma de los jueces Carlos Silva Acevedo y Alejandro Villordo, la Cámara recordó que la absolución de Martínez “no se encuentra firme, pues fue recurrida por el Señor Fiscal, los letrados representantes de los particulares damnificados y el defensor de Javier Quiroga”, único condenado por el cuádruple crimen.

El 27 de noviembre de 2011 Bárbara Santos, su hijita Micaela Galle, Susana De Bárttole, y la amiga de la familia, Marisol Pereyra, fueron masacradas a golpes y puñaladas en el interior del departamento 5 de la calle 28 al 467, de La Loma.

Las primeras sospechas recayeron en el novio de Bárbara, Martínez, y su situación se complicó cuando el remisero Tagliaferro dijo haberlo visto en la escena.

El chofer había llegado al lugar aquella noche llevando a Pereyra. Según declaró, la joven bajó del coche, le pidió que la esperara y tocó el timbre del departamento. Tagliaferro declaró que tras el ingreso de Pereyra salió del PH un hombre que sindicó como el “Karateca”. De hecho, lo reconoció en una rueda de testigos, algo que la defensa de Martínez refutó argumentando que su foto había sido publicada por distintos medios.

El tribunal oral que juzgó el caso no halló pruebas en contra del “Karateca” y sí respecto de Quiroga, cuyo ADN apareció en distintas muestras obtenidas en el interior de la vivienda.