Fuerte preocupación por los secuestros virtuales

ESTE PROFESOR DE TOLOSA Y SU MUJER ENTREGARON $ 44 MIL

Seis días y unos cuantos llamados le demandó a la banda de secuestradores virtuales que asola a la Región embolsar, por lo menos, unos 100 mil pesos. Comos se ha venido informando, el sábado 30 de agosto los padres de un adolescente de 15 años entregaron 44 mil pesos después de que alguien los llamó a su casa de 4 entre 426 y 527 para decirles que lo tenían cautivo.

El 31 de agosto, la Policía recibió más de 10 denuncias por contactos parecidos en un par de barrios, aunque todos fueron fallidos. Una de las damnificadas fue una mujer que vive en 73, 8 y 9, a la que también presionaron con el falso rapto de su hijo y se salvó de pagar porque su esposo advirtió la maniobra a tiempo.

El 1 de septiembre los delincuentes tuvieron más suerte: una vecina de 524 entre 4 y 5 entregó una bolsa con tres mil dólares y cuatro mil pesos al escuchar una voz que supuso de su hijo, pidiendo ayuda.

Estos son algunos de los casos que fueron denunciados y trascendieron, aunque son muchísimos más, según admiten por lo bajo altos jefes de la fuerza. Y anoche no fue la excepción: se registraron unos 8 intentos más, aunque ninguna de las víctimas cayó en la trampa, dijeron las mismas fuentes.

Lo único que parece ponerle un freno a la avaricia de este grupo al que le adjudican buena parte de los secuestros virtuales son las tormentas. “En madrugadas de mucha lluvia o viento” no salen, dijo un pesquisa que viene siguiéndole el rastro a la organización desde el pasado mes de julio.

RADIO DE ACCION

La mayoría de los intentos de estafa (en rigor, es eso) de ayer se produjeron en el radio céntrico de la Ciudad, algo que sorprendió a los investigadores, ya que hasta ahora la banda alternaba entre Tolosa, La Loma, barrio Norte y el Mondongo, con unos pocos casos en Villa Elvira.

Se supone que por noche los delincuentes contactan a una docena de teléfonos de no más de dos barrios, que obtienen al azar de las guías informáticas.

No obstante, en muchos episodios recientes se detectó que disponían de información que no les habían suministrado sus víctimas, por lo que no se descarta que la hayan conseguido de algunos sitios de “buscadatos”, por el que pueden saber hasta la edad de la persona que eligieron como blanco.

“Lamentablemente eso no se puede regular”, dijo un jefe policial a este diario, e insistió en recomendar que ante cualquier llamado que se reciba al teléfono fijo, sobre todo a la noche y de parte de un extraño, “lo ideal es cortarlo rápidamente”.

En general, este tipo de bandas opera de madrugada para sorprender a las víctimas durmiendo y con menos posibilidad de comunicarse con quien dicen tener cautivo, lo que aumenta la vulnerabilidad del objetivo. Y esto es clave.

Si en un principio la modalidad era la vedete entre los detenidos en penales, los grupos más peligrosos no están presos, “trabajan” por células y, algunos, con información recogida en tareas de inteligencia.

Usan distintas voces para convencer a las víctimas de que es su familiar el que pide ayuda y son otros los que van a retirar el rescate.

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