Taxista devolvió $23 mil que olvidó una pasajera
| 7 de Octubre de 2016 | 02:30

Taxista desde hace diez años, casado y padre de 8 hijos, Carlos Roberto López asegura que hizo “lo que tenía que hacer”. Y eso que consideró su deber sin atender, incluso, sus propias necesidades, lo llevó a poner primera, arrancar e ir de inmediato a devolver los $23 mil que una pasajera había dejado olvidados en el asiento trasero del móvil en el que trabaja todos los días de 4 de la madrugada a 4 de la tarde.
En fila de la agitada parada de taxis de la Terminal de Ómnibus, escenario de su rutina laboral, finalmente le tocó a López salir con pasajeros. Subió a la unidad - el disco 844 de RadioTaxi - una mujer con su pequeño hijo; el destino fue el Hospital de Niños “Sor María Ludovica”, donde el chiquito debía comenzar con un tratamiento prequirúrgico de dos meses para aliviarse de una enfermedad. Casi sin que mediara conversación, los dejó a ambos en la puerta de 14 entre 65 y 66 y regresó al lugar en el que habitualmente espera que le salga trabajo.
“Volví a la Terminal con el auto vacío y me puse otra vez a esperar pasajeros. La gente del radio se comunicó conmigo y me dijo que la mujer que había tomado el taxi había dejado un sobre con papeles. Me di vuelta y así era, ahí estaba, en el asiento de atrás. Ni lo dudé”, aseveró López.
Y entonces, se salió de la cola de taxis de la calle 42 y encaró otra vez hacia el Hospital de Niños, donde, en la sala 3 ya estaba internado el nene y su mamá junto a él. “Empecé a subir y la encontré en la escalera. Me abrazó y no paraba de agradecerme”, contó López a la prensa.
Ocurre que la mujer vive en el contexto de una economía familiar ajustada y según había advertido el taxista al encontrar el sobre con los billetes y unos papeles, el dinero que estaba adentro provenía de una empresa que lo había donado para que ella pueda solventar sus gastos en La Plata mientras que le realizan el tratamiento a su hijo. De ahí, además, la desesperación y la angustia que habían empezado a dominar el ánimo de la joven madre.
López, como se dijo, es el padre de una familia por demás numerosa que vive en la zona de 124 y 40. Además de tener que sostener una vida cotidiana ya de por sí costosa, se le suma que uno de sus 8 hijos tiene una patología pulmonar por la cual es tratado por los médicos desde hace tiempo. Dueño de una propiedad que logró tener merced a un enorme sacrificio, debió abandonarla junto a los suyos porque la vivienda tiene problemas de humedad y bajo esas condiciones no puede vivir el chico enfermo. “Terminamos alquilando una casa; a la nuestra hay que hacerle un trabajo muy caro: hay que levantarle los pisos y hacerle de nuevo los techos”, comentó el hombre.
Luchador incansable, atento, muy buen tipo. Así lo definieron a Carlos López algunos de sus compañeros del volante. Tan así lo ven que a ellos el gesto del taxista no los sorprendió, sino más bien que les pareció “muy propio de él”.
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