Un contraste fuerte con el tono de la campaña
| 10 de Noviembre de 2016 | 01:30

El primer discurso de Donald Trump como presidente electo de Estados Unidos contrastó nítidamente con muchos de sus dicsursos de campaña. No hubo agresividad ni arrogancia. No hubo provocación ni exabruptos. No acentuó la confrontación y hasta se mostró generoso con su rival, Hillary Clinton, a quien le dedicó la primera parte de este primer mensaje.
Muchos evaluaban ayer que de esta forma Trump marcó la raya en la que terminó la campaña y empieza la gestión de gobierno. ¿Será un líder distinto al que se vio en este largo y áspero proceso electoral? ¿Buscará tender puentes con la oposición y con sectoers de su propio partido con los que ha tenido agrias diferencias? El mensaje pronunciado en la madrugada de ayer parece abrir una perspectiva distinta a la que podía imaginarse.
En estos días habrá, seguramente, nuevas señales en una otra dirección.
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