Advierten sobre la excesiva exposición de los menores ante todo tipo de pantallas
| 1 de Diciembre de 2016 | 02:00

La advertencia formulada por la Sociedad Argentina de Pediatría y la Academia Americana de Pediatría, que acaban de desaconsejar el uso de pantallas de televisores, computadoras o celulares por parte de menores de 2 años de edad, resulta profundamente inquietante y merece por ello una especial atención.
Ambas entidades médicas señalaron que una disminución de la memoria a corto plazo, problemas en el sueño y en la adquisición del lenguaje, son algunos de los efectos negativos de la exposición de los niños a esas pantallas que, aunque forman parte de la vida cotidiana deberían ser controladas para preservar a los hijos, según señalaron pediatras y especialistas en esas nuevas tecnologías.
Tal como se informó en la nota publicada en este diario, hasta hace poco sólo se contaba con el televisor, pero en los últimos años se sumaron las computadoras fijas y portátiles, celulares, tablets y monitores, que interactúan con las personas desde el momento en que se despiertan.
El aprendizaje y la adquisición de pautas madurativas se generan, en cambio, en la interacción que los niños realizan con otras personas: obviamente la madre y el padre son los más importantes estimuladores. Es a través del contacto visual, auditivo y corporal –añadieron- que todo comienza a desarrollarse, por lo que son muy necesarios los gestos, mímicas faciales y movimientos corporales.
Los especialistas destacaron que el vínculo con los objetos también es fundamental. El niño debe tocar, tirar y llevar a la boca los diferentes objetos para poder reconocerlos e incorporarlos en su estructura mental, explicaron, para agregar que los efectos de la exposición a pantallas en menores de 2 años no sólo generan una influencia negativa en la adquisición del lenguaje, sino también una disminución de la memoria a corto plazo.
En este contexto, la Universidad Nacional de Tres de Febrero reveló en un estudio reciente que uno de cada dos niños mira contenidos frente a una pantalla antes de lo recomendado, y que en el 90 por ciento de los hogares los menores de entre 6 y 12 años se conectan a internet o redes sociales diariamente, la mayoría desde el celular (34 por ciento), considerándose que para esa edad el tiempo de pantallas por día no debe superar las tres horas.
Frente a estas evidencias es fundamental que las familias y los docentes profundicen un diálogo profundo y constructivo, que permita levantar barreras de comprensión y, en su caso, de protección y defensa de los menores, que no pueden quedar expuestos al uso inmoderado de los distintos tipos de pantallas.
Los especialistas coinciden en que una de las claves pasa por el rol de los padres y de la escuela en la imposición de límites y también en la explicación de algunos mensajes que los chicos reciben a través de las pantallas. Es evidente que hacia allí deben apuntar los esfuerzos, que deben ser orientados y estimulados desde los organismos públicos con competencia en la cuestión educativa y de asistencia familiar.
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