Ya no hay cuadras sin veredas rotas en el centro de la Ciudad
| 29 de Marzo de 2016 | 02:26

Las veredas rotas son un mal crónico que afecta todos los rincones de la Ciudad, no sólo es difícil encontrar las reglamentarias, sino que también es casi imposible recorrer más de 100 metros sin toparse con un desnivel, un pozo o una baldosa floja.
Desde hace años se observan espacios peatonales rotos, con un enorme número de faltantes de baldosas y son muy pocos los frentistas que a la hora de reconstruirlos cumplen con las normativas. Por caso pueden mencionarse por ejemplo calles como 46 desde 7 hacia 1, 3 y 48 o 6 entre 57 y 58.
Como se recordará, se exige colocar determinado tipo y color de lajas, según lo establece la ordenanza específica, pero por lo general, la mayoría de los emprendimientos de edificios o casas particulares que rehacen su vereda, recurre a otros diseños y materiales, y así, con el tiempo, se va perdiendo ese patrón estético tan característico de la historia local.
Al ser consultado sobre el mal estado de las veredas, Gabriel Rouillet, secretario de Planeamiento y Desarrollo Económico de la Municipalidad, informó que “en primera instancia, desarrollaremos mejoras en las zonas de mayor circulación como los centros comerciales”. También se mejorarán las luminarias. Además se anticipó que habrá mayor control y fiscalización sobre las empresas que realizan obras en el espacio público.
Por otra parte, se comunicó que se sumará a la facultad de Arquitectura de la UNLP para trabajar con el soporte de distintos estudios que hizo esa casa de altos estudios.
COSTOS
Hacer una vereda a nuevo, de 10 metros de frente por el ancho hasta la línea de edificación, cuesta entre 9.000 y 10.000 pesos, incluyendo materiales y mano de obra, según pudo averiguar este diario.
De todos modos, los negocios del ramo remarcan que “existen muchas variables que hacen más caro o más barato un trabajo para reparar una acera; pues no es lo mismo sacar 20 o 30 baldosas a tener que levantar toda o la mitad de la vereda. Por eso es difícil tirar valores”. En ese sentido, hay que destacar la necesidad, muchas veces, de sacar raíces de árboles que destruyen baldosas, lo que representa un costo aparte”, explicaron fuentes del rubro.
Vale recordar que el Código de Espacio Público (ordenanza 9.880) considera que el mantenimiento de la vereda le corresponde al propietario de la vivienda donde se sitúe ese sector peatonal, con excepción, se aclara, cuando haya sido deteriorado por trabajos realizados por la Municipalidad o empresas prestatarias de servicios. En esos casos será responsabilidad del que haya levantado las baldosas, el que vuelvan a estar en condiciones.
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