Para Lula, Dilma es víctima de un “pelotón de fusilamiento” político
| 26 de Abril de 2016 | 03:00

El ex presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da SIlva afirmó ayer que la mandataria Dilma Rousseff es víctima de un “pelotón de fusilamiento” por parte de lo más “repugnante” de la política y de una “gavilla legislativa que instaló el caos” en el país y que lleva adelante el juicio político para la destitución de la mandataria en el Congreso.
Adelantó además que frente a la destitución de Rousseff por parte de los “golpistas” comenzarán los momentos de “lucha por la democracia en las calles”. Afónico y sin referirse a eventuales chances para evitar la caída de Rousseff en el Senado, Lula, líder del Partido de los Trabajadores, por primera vez reaccionó públicamente a la votación de la Cámara de Diputados que autorizó el juicio político contra Rousseff que ahora deberá enfrentar en el Senado. En un acto realizado en San Pablo durante un seminario de la Alianza Progresista, la red internacional de partidos de centroizquierda, Lula culpó por la posible destitución de Rousseff a una “alianza entre los medios y los políticos y una gavilla legislativa”, al referirse al poder que posee el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, procesado por corrupción y que logró hacer avanzar el impeachment. “Una verdadera gavilla legislativa implementó la agenda del caos, en un claro gesto de venganza”, aseguró Lula, quien sostuvo que el vicepresidente Michel Temer más el resto de la oposición “buscan imponer una agenda neoliberal, una agenda derrotada en las urnas”. Asimismo, Lula sostuvo que América latina corre el riesgo de sufrir “retrocesos” y admitió que el gobierno de Rousseff cometió errores, pero no por eso puede adjudicarle un delito “que no existe” (supuesto maquillaje en los balances presupuestarios de 2014 y 2015) para ser blanco de un juicio político.
Lula sigue esperando que la Corte Suprema defina sobre su asunción como jefe de gabinete de Rousseff el 16 de marzo pasado, nombramiento afectado por una medida cautelar porque fue interpretado por un juez como un salvoconducto para evitar ser investigado por el magistrado Sergio Moro, a cargo del escándalo de corrupción en Petrobras. Se estima que la Corte no tocará el asunto porque espera que el Senado resuelva antes la situación de Dilma. Lula, al lado de figuras como el ex primer ministro italiano Massimo D’Alema, y otros dirigentes de la Alianza Progresista, repitió ayer que “la sociedad brasileña no reconocerá al gobierno que no surja del voto popular” y apuntó que la solución no pasará por otro lado que no sea “el mantenimiento del proceso democrático en curso”.
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