La ciudad turística y “paraíso de los niños” se viste de luto
| 13 de Junio de 2016 | 02:22

De la mano de un sujeto armado con un fusil de asalto y una pistola, Orlando dejó de ser ayer un paraíso de la diversión infantil para convertirse en el escenario de la peor matanza de la historia de EE UU, con el agravante de que el blanco fue la comunidad LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero). Este acto de terrorismo y odio dejó 50 muertos y 53 heridos en la discoteca Pulse, donde unas 350 personas se habían reunido para pasarla bien en una Noche Latina. Tras la masacre, la ciudad, principal destino turístico de EE UU, repleto de parques de atracciones, hoteles y centros comerciales para turistas, cambió de cara y se puso de luto. En el centro de Orlando, vecinos con carteles pedían por las víctimas. Considerada la capital mundial del parque temático, Orlando batió su propio récord en 2015: 66,1 millones de turistas.
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