Un chico de 13 años baleó en la cabeza a un bebito de 8 meses

Son primos. Creen que el disparo fue accidental. El chiquito está fuera de peligro. Ocurrió en Romero

Un chico de 13 años que jugaba con un arma de aire comprimido lastimó accidentalmente a un bebé de ocho meses, que es el hijo de una prima. El incidente familiar se propagó a todo el barrio, sobre todo porque el niño tenía la cabeza lastimada. Unas horas más tarde, llegó la tranquilidad con los informes médicos.

Una humilde vivienda emplazada en 156 entre 517 y 518 de Melchor Romero fue el escenario de este episodio. Ahí y ante la aparente presencia de sus familiares, el adolescente estaba manipulando un rifle marca Krico modelo B1 de calibre 5.5, según especificaron fuentes policiales.

Eran alrededor de las 21.30 del domingo cuando al joven “se le disparó sola el arma”, indicaron los voceros. Esa maniobra fortuita casi desemboca en un drama, porque el proyectil fue a dar contra la pequeña cabeza de un bebé de ocho meses que estaba en el mismo predio.

El balín le impactó y le quedó alojado en la zona del cuero cabelludo, según dijeron los informantes del caso.

Se armó de inmediato un revuelo en la casa -y en las aledañas- por el miedo a que la herida fuera grave. Con toda la rapidez posible, al bebé lo trasladaron al hospital de Melchor Romero.

Al parecer, desde ahí lo derivaron al hospital de Niños. “El bebé estuvo siempre consciente y no tuvo heridas importantes”, señalaron los voceros oficiales, quienes también confirmaron que ayer continuaba internado en el centro sanitario de 14 y 66.

En la casa donde ocurrió todo, un hombre le confirmó a este medio la versión oficial y agregó que la criatura “sigue estable y fuera de peligro”.

“jugando, sin querer”

Esa misma persona señaló que el adolescente no tuvo intención alguna en herirlo. “Estaba jugando, fue sin querer”, declaró ante la consulta de EL DIA.

En cuanto a las otras circunstancias del hecho, el hombre se mostró hermético: “Todo lo que pasó ya está declarado en la comisaría”, lanzó.

En el lugar del accidente hubo una serie de pericias encaradas por la Policía Científica para esclarecer cómo fue todo.

De todas formas, el rifle usado por el menor, que es inimputable, fue secuestrado y quedó a resguardo judicial.

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