Camino de Santiago: vieja tradición que trasciende el aspecto religioso del viaje
| 5 de Junio de 2016 | 00:20

Los manuales de historia señalan a la peregrinación a Santiago de Compostela como el “acontecer religioso y cultural más destacable y más profundamente vivido de la Edad Media”. Varios siglos después, este “acontecer” sigue activo con la llegada de millones de peregrinos de todas las partes del mundo que, en distintas épocas y etapas del año, se aventuran hasta llegar a la tumba del Santo Apóstol.
Mucho han cambiado la forma de hacerlo y la preparación de los caminantes; actualmente el peregrino se prepara a conciencia pensando en el modo de recorrer su particular camino y el tiempo que le debe de llevar.
No hay que olvidar que el Camino de Santiago supone un sobreesfuerzo en relación con la vida cotidiana de la mayoría de las personas, exige una preparación física previa y no está de más realizar un sencillo reconocimiento médico, para contar con garantías de que se está preparado para iniciar la ruta.
Antes de partir, es conveniente conseguir la credencial que identifica como peregrino ya que, entre otras cosas, permite acceder a los albergues. Se trata de un cuadernillo expedido por asociaciones del Camino de Santiago en las que se irán recogiendo las certificaciones desde el lugar de partida, la forma de hacerlo –a pie, en bicicleta o a caballo-, el sello de los albergues por donde pasamos y, una vez en Santiago, permite obtener la “compostela”, diploma oficial de la peregrinación a esta ciudad.
$ 15.027
El costo de un pasaje aéreo entre la ciudad de Buenos Aires y Madrid, en vuelos de línea directos, arranca desde 15.027 pesos argentinos. Una vez arribados a España, cada turista se trasladará al lugar seleccionado para iniciar desde allí la peregrinación por el Camino de Santiago
Puestos en camino, las innumerables guías que se han editado sobre esta ruta centenaria o las distintas páginas de Internet dedicadas al camino en sus diferentes vertientes, pueden servir para planificar las etapas, días, lugares que se pueden conocer, la historia y, una parte muy importante, el hospedaje del que se podrá disponer.
El hospedaje en época de otoño e invierno, cuando el volumen de peregrinos es menor, no supone ningún problema por la red de albergues, refugios y antiguos hospitales e iglesias rehabilitados, y para los denominados lugares de “acogida” que se suceden en distintos puntos del camino, aunque en primavera y verano se complica la posibilidad de acceder a una cama por la afluencia de peregrinos.
Los albergues y refugios suelen disponer de los servicios necesarios como baño, cocina, o literas. Los lugares con el distintivo de “acogida” son espacios acondicionados por algunos ayuntamientos donde no existen albergues.
Según cifras aportadas en el portal “caminodesantiago.org”, actualmente son más de trescientos los albergues y lugares de acogida, uno cada veintitrés kilómetros de media aproximadamente. La mayoría de ellos son gratuitos, no admiten reservas y las plazas se van ocupando según van llegando los peregrinos.
Aunque la mayoría de los peregrinos lo hacen a pie, está aumentando considerablemente el número de los que utilizan la bicicleta.
La vestimenta del ciclista es importantísima para garantizar su seguridad y su comodidad. Debe ser ajustada y flexible, que ofrezcan resistencia al viento y permitan la máxima movilidad, y en tonos vivos para que sea visto a distancia. La posibilidad de llevar alforjas en los laterales y/o portabultos en la parte trasera debe adaptarse para que quede todo bien repartido, “la única manera de pedalear con comodidad en subidas, bajadas y desniveles”, explican.
En Santiago de Compostela abundan las promociones hoteleras por la web, como la del “Hotel Gelmírez” (3 estrellas), situado en calle Hórreo Nº 92. La tarifa diaria por persona, en base doble, es de 936 pesos argentinos, con desayuno incluido.
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