Minada de cortes, otra vez la Ciudad fue un nudo vial
| 11 de Agosto de 2016 | 02:14

Diferentes movilizaciones pusieron en jaque, ayer, la circulación vehicular en la Ciudad. Los puntos más problemáticos fueron 7 y 50, 6 entre 51 y 53, 8 y 50.
Por otra parte, en 53 entre 8 y 9 también estuvo cortado el tránsito por la presencia de funcionarios en la Legislatura. Ese combo de movilizaciones y actividad legislativa conformó un escenario caótico en el que se intercalaron los bocinazos, las frenadas y hasta algunos insultos entre quienes se sorprendieron por las nuevas rutas que tuvieron que tomar para llegar al sector de los bancos, a las oficinas o simplemente trasladarse hasta sus hogares.
Todo se provocó por distintas protestas callejeras que en cuestión de minutos hicieron que el tránsito de la Ciudad colapsara.
En 7 y 50 se movilizaron desde poco antes del mediodía integrantes de la organización social Corriente Clasista y Combativa (CCC).
Casi al mismo tiempo, pero frente a la casa de gobierno bonaerense marchó personal de Salud enrolado en Sindicato de Salud Pública ( SSP). Esos trabajadores reclamaron mayor presupuesto para el sector.
En tanto, desde temprano se registró un corte al tránsito en 53 entre 8 y 9 en el marco de la presencia de ministros del gabinete de la gobernadora provincial María Eugenia Vidal en la Legislatura. Los funcionarios se reunieron con diputados y senadores de todas las fuerzas.
A su vez, el punto de mayor concentración fue el que se registró en 8 entre 50 y 51, frente a la Cámara Federal platense, donde manifestantes del movimiento de Derechos Humanos repudiaron la posibilidad de que el represor Miguel Etchecolatz reciba por parte de la Justicia el beneficio de la prisión domiciliaria en el marco de la pena a prisión perpetua que tiene por delitos de lesa humanidad.
Más allá de los problemas de tránsito que provocaron la furia de particulares y transportistas, los comerciantes del microcentro se expresaron “hartos” de todas las protestas que siempre convergen en 7 y 50.
“La Ciudad es un loquero y los que llegan a esta zona quieren salir disparados, algo que no es bueno para las ventas”, opinó Jaime, encargado de un comercio de venta de regalos.
Los taxistas también pusieron el grito en el cielo porque no pudieron cubrir los viajes con la celeridad que pretendían. “Hay veces que es preferible irse a la casa, porque hacés menos viajes y tardás un montón en atravesar el centro, que ya de por sí está cada vez peor”, señaló Martín, un chofer de taxi que habitualmente está en la parada de 7 y 49.
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