Ninguna acción debería poner en riesgo el patrimonio arbóreo de la Ciudad
| 16 de Agosto de 2016 | 02:37

Una nota publicada en este diario reveló el déficit ambiental existente en la Ciudad, agravado ahora por una temporada de poda que, en buena medida, se viene realizando encima de los márgenes recomendados por los especialistas, con cortes que implican una verdadera amputación de los ejemplares y la puesta en riesgo de la vida de sus copas, en una situación que viene generando protestas vecinales.
Según se detalló en una nota publicada en este diario, como ejemplos ilustrativos se aludió a las intervenciones ya ejecutadas por cuadrillas de la secretaría de Espacios Públicos y Gestión Ambiental, en diagonal 74 entre 7 y 12, y en avenida 60 entre 1 y 7, entre otros ejes, con cortes de ramas que, en algunos casos, superaban los 300 kilos.
Desde la Municipalidad se argumentó que este tipo de podas busca controlar el crecimiento de las especies, otorgándoles estructura resistente, mejorando su nutrición y equilibrio radicular, y estimulando el crecimiento futuro de sus flores y frutos, tal como se dijo en la secretaría de Espacios Públicos y Gestión Ambiental.
Así, se pudo conocer que, en principio, el operativo encarado sobre plátanos y otros grandes ejemplares en el centro platense tendrá como consecuencia, durante algunos años, la pérdida de miles de metros cúbicos de follaje en el área de mayor contaminación ambiental, tanto atmosférica como sonora y térmica. Sin embargo, un panorama similar de podas excesivas se advierte en muchas localidades de la periferia.
Un conocido ambientalista y paisajista platense caracterizó a la poda actual de “innecesaria” y, en cuanto a la política forestal a seguir, advirtió que hay que plantar, conducir y renovar, pero buscando no gravitar en el bioclima de manera negativa; las copas de los árboles frondosos, por ejemplo, atenúan el efecto ‘isla de calor’ y convierten en benignos los vientos urbanos turbulentos. El especialista, que también es profesor en la facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la UNLP, consideró que hay que revalorizar el modelo fundacional, que aún no fue superado, y eso implica entre otras cosas reverdecer la Ciudad.
Mientras tanto, ha crecido el pasivo de árboles en la Ciudad. Uno de cada tres frentes carece de un ejemplar en la vereda. De acuerdo a las estimaciones, son unos 15 mil los árboles que faltaría plantar para que la Ciudad recuperara una relación óptima entre ejemplares y cantidad de habitantes.
Lo cierto es que, más allá de los programas de reforestación que pudieron haberse impulsado últimamente, es posible que la situación no haya variado en forma ostensible con la que existía años antes. Cualquier recorrido por la Ciudad alcanza para observar la cantidad de árboles que se han perdido y la de tantos otros que corren riesgo de terminar así, a partir de su obsolescencia o de podas que son absolutamente irracionales. Las tensiones a las que es sometido el patrimonio forestal urbano se hacen evidentes por estos días en una zona de City Bell; el eje delimitado por las calles Güemes (476), Pellegrini (474), 15 y 20 muestra por doquier ejemplares mutilados. “Alrededor del club Banco Provincia no quedó un árbol sano” precisan los vecinos, quienes destacaron que en otras manzanas pasa algo parecido.
El arbolado platense es uno de los rasgos característicos de nuestra ciudad. Fueron muchas las generaciones que sumaron esfuerzos para cuidar y acrecer ese patrimonio. Le corresponde a la actual garantizar la preservación y proyección de esa riqueza.
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