Un barrio “olvidado” sale a la calle con una batería de reclamos
| 18 de Enero de 2017 | 02:46

“Las necesidades acá son tantas que se hace difícil establecer prioridades... ¿Qué es más grave? ¿La inseguridad o las invasiones de mosquitos y ratas? ¿Las calles destrozadas o las cloacas que desbordan en las zanjas? Así estamos”. El relato de los vecinos del barrio 19 de Febrero es crudo y suena urgente. Aseguran que viven en un virtual aislamiento, olvidados por las autoridades desde hace mucho tiempo: “no somos visibles” advierten, “entonces nadie hace nada por nosotros”.
Situado en un triángulo comprendido entre las calles 690 -trazada por donde corría el ferrocarril CGBA entre González Catán y el Puerto La Plata-, la calle 117 y la avenida 90, el barrio incluye una decena de hectáreas de espacios verdes con escaso o nulo mantenimiento, descampados y casas particulares, entre zanjones pluviales que tributan al vecino arroyo Maldonado y calles de tierra o calcáreo en pésimo estado.
“No sabemos qué más hacer” subraya Raúl de Donato: “hemos ofrecido incluso nuestra mano de obra al delegado municipal, que nos dice una y otra vez que no cuenta con los medios como para ayudarnos. Lo que se hace, lo hacemos los vecinos a pulmón, como la cartelería de ‘no arrojar basura’”.
“Tampoco ABSA se hace cargo de lo suyo” acota Natalia García: “tenemos una pérdida enorme de agua corriente y las casas con baja presión desde hace nueve meses. Y existe una cámara séptica en la placita en la que juegan los nenes, de la que brota agua servida permanentemente”.
José Giménez Ubieta explica que “el abovedado de las calles, que son de tierra con agregado calcareo en algunos casos, está por encima del nivel de las casas, por lo que se inundan fácilmente. Y no existe la señalización; los seis accesos están destruidos y no saben entrar las ambulancias ni la policía, lo que es grave porque estamos a pocas cuadras de la seccional de Ponsati y sin embargo los arrebatos son moneda corriente”.
El complejo habitacional del Este platense fue construido a partir de una donación que entregó en 1986 Conrado Storani, ministro radical de Acción Social de la Nación, al club 19 de Febrero. La entidad encargó la urbanización a una empresa que quebró y la dejó inconclusa, sin división formal de tierras ni escrituración. A los “ponchazos”, desde inicios de los ‘90, se fueron completando y poblando 200 viviendas.
“Hace dos años ganamos la elección del Presupuesto Participativo en nuestra zona, por el asfalto de algunas calles” recordó Gerónimo Benavídez: “pero quedo en la nada”. Aldana Nardone completa: “los desagües pluviales están tapados, y del municipio apenas vienen para cambiar una lamparita de vez en cuando. No es serio”.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE