Trump resucita por decreto dos oleoductos frenados por Obama

Además, prometió flexibilizar impuestos y regulaciones a las automotrices que ensamblen en EE UU

WASHINGTON.- El presidente de EE UU, Donald Trump, dio ayer una buena noticia a la industria petrolera y una mala a los grupos ecologistas del país al posibilitar la construcción de dos grandes proyectos de oleoducto que su predecesor, Barack Obama, había paralizado debido a su previsto impacto en el medioambiente. Con la firma de dos decretos, Trump dio luz verde a la continuación de los oleoductos Keystone XL y Dakota Access, siempre que las empresas encargadas de construirlos estén dispuestos a “negociar” una serie de “términos y condiciones” con su gobierno.

“Veremos si podemos construir ese oleoducto (Keystone). Creará unos 28.000 trabajos muy buenos trabajos en el sector de la construcción”, dijo Trump a la prensa en el Salón Oval de la Casa Blanca. Trump acompañó esas medidas con otro documento que requiere que el acero necesario para construir esos oleoductos se fabrique en EE UU y un decreto que ordena acelerar las evaluaciones sobre impacto ambiental previas a la construcción de proyectos de infraestructura prioritarios, como autovías o puentes.

El oleoducto Keystone XL, prohibido por Obama en 2015 tras una larga revisión sobre su impacto medioambiental, seguida finalmente de un veto presidencial tras aprobarlo el Congreso, pretende transportar unos 830.000 barriles diarios de petróleo procedente de la provincia canadiense de Alberta a diferentes lugares de EE UU, incluidas refinerías de Texas.

El gobierno de Obama también suspendió el pasado diciembre la construcción de Dakota Access, un proyecto de 3.800 millones de dólares que llevaría medio millón de barriles de petróleo al día desde los yacimientos de Dakota del Norte a una infraestructura ya existente en Illinois. Los decretos firmados por Trump invitan a la empresa encargada de Keystone XL, la canadiense Transcanada, a solicitar un permiso para completar la construcción del oleoducto y, en el caso de Dakota Access, piden al secretario del Ejército que “revise y apruebe” las peticiones de la empresa Energy Transfer Partners, que ya construyó el 90% del recorrido de 1.770 km del oleoducto y quiere completar el tramo final, que pasa por debajo del Lago Oahe, en Dakota del Norte.

La tribu indígena Standing Rock Sioux lleva meses protestando contra el proyecto en Dakota del Norte con el apoyo de activistas medioambientales, denunciando que el oleoducto arruinará tierras para ellos sagradas y contaminará el río Misouri, del que depende su modo de vida

En otro orden, Trump se reunió ayer con los máximos ejecutivos de las automotrices General Motors, Ford y Fiat Chrysler, a quienes pidió que aumenten la producción de vehículos en EE UU e impulsen el empleo en el país, reubicando puestos de trabajo que están en México. Para eso, les ofreció flexibilizar regulaciones e impuestos que afectan al sector. Trump ha amenazado con imponer un arancel de 35% a los autos importados.

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