Curarse con las plantas, un fenómeno creciente en la Ciudad
Edición Impresa | 3 de Octubre de 2017 | 01:48

El uso de plantas para tratar dolencias y afecciones es tan antiguo como la misma existencia del hombre. Claro que con el avance de la ciencia y las investigaciones las sociedades se han inclinado más a la utilización de la medicina farmacológica. Sin embargo, según los especialistas, el 70% de los fármacos proviene de principios activos del mundo vegetal.
Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud afirma que “existen pruebas empíricas y científicas que avalan los beneficios de las terapias manuales y diversas plantas medicinales en diversas afecciones crónicas o leves”.
Frente a esta realidad es que está creciendo de a poco la tendencia de volver a “los remedios de las abuelas”. Con el objetivo de reincorporar el uso tradicional de las plantas medicinales avaladas por el conocimiento científico en las dolencias más frecuentes, es que crecen en la Región los grupos que enseñan el cultivo, cosecha y proceso de elaboración de infusiones y preparados de origen vegetal. Uno de los postulados principales de los adeptos a estas terapias es que además de económicas, resultan menos nocivas para la salud y el ambiente.
Y es que la idea es que se utilicen plantas que sean nativas o se cultiven en la región para que cualquiera pueda tener acceso a ellas.
“Las plantas y arbustos que menos se conocen como medicinales son los que más abundan en la Ciudad”
María Laura Pérez es licenciada en biología de la Facultad de Ciencias Naturales de la UNLP y da el Taller de Plantas Medicinales en el marco de los proyectos de extensión de esta casa de estudios. “De chica me interesó el mundo vegetal. Mis abuelos eran ´plantíferos y yuyíferos´ y me crié en ese ambiente. Me vine de capital federal a estudiar a La Plata porque sólo acá daban la carrera de Biología con botánica aplicada, que era lo que me gustaba. Una vez que me recibí continué investigando y preparándome”, comenzó explicando al docente y agregó “la idea de estas clases es que se sepa cuáles son las plantas que traen determinados beneficios a la salud, cómo se preparan, cuáles son sus principios reactivos, las dosis recomendadas, y también informar sobre las especies vegetales que tienen efectos no deseados o nocivos para la salud. Si bien el saber popular que corre de boca en boca es el que ha dado origen a la cura de varias dolencias desde la antigüedad, lo cierto es que aveces circulan ´remedios´ que no son tales o que hay que , como lo que sucedió con la chica que murió tras dos meses de agonía por comer nuez de la india para adelgazar”.
DEL TE A LA TINTURA MADRE
Este taller dura tres meses, en los que hay una preparación teórica y otra práctica donde se enseña en qué preparado funciona cada planta como medicamento.
Carqueja, alcachofa, manzanilla, hinojo y malva son algunas de las plantas que más se utilizan en el taller de Pérez. “Por ejemplo, con el alcaucil como componente principal y otras especies, se puede hacer un hepatoprotector casero”, explicó la docente y analizó “El colesterol, la hipertensión y la diabetes son patologías que una vez detectadas se medican para toda la vida. Este tipo de terapias ayuda a equilibrar el organismo, pero tienen que ir acompañado de un cambio de hábitos en general. Hay que ver qué se come, cómo se vive. Yo tomo medicamentos, pero sólo si tengo una infección muy importante. Analizo los costos que va a tener en mi organismo aquello que ingiera”, finalizó.
“Passiflora taller de plantas” es el nombre que seis estudiantes de Botánica y Ecología de la UNLP le pusieron a su grupo de trabajo que busca “compartir propiedades y usos de las plantas, construyendo una alternativa natural y colectiva para la auto gestión de la salud, mediante la introspección y la sanación integral, valorizando los saberes populares y ancestrales de los yuyos, para hacer un uso consciente de sus poderes”, explicaron.
Este equipo hizo una prueba piloto durante el verano en Neochea y dado el éxito de convocatoria, ahora da sus talleres en la parte del Jardín Botánico del Parque Saavedra y en el Centro Cultural Olga Vázquez. Son 8 encuentros donde “se tiene en cuenta, más allá de los ejes básicos que tenemos en base al material teórico, las necesidades de los alumnos. En cada clase elaboramos infusiones, decocciones, tinturas madres, macerados en aceites, cremas y ungüentos. Es importante que estos saberes populares y ancestrales se divulguen conociendo las dosis recomendadas y los efectos adversos que pueden llegar a tener si no se toman algunas precauciones en el proceso de elaboración”, contaron.
Para ellos es importante destacar que “las plantas y arbustos que menos se conocen como medicinales son los que más abundan en la Ciudad. El diente de león, comúnmente llamado ´panadero´, la pasionaria que crece en las veredas, la ortiga y la borraja están al alcance de la mano y la mayoría no sabe que pueden generar beneficios al organismo. Tenemos una huerta y un cantero donde cultivamos y cosechamos las plantas para enseñar y consumir”.
AUTODIDACTA
Luis Ibargüen es un platense que hace unos años vive en Catamarca, pero que vuelve seguido a la Ciudad para dar talleres de hierbas y árboles curativos en el Parque Pereyra Iraola.
“Tuve una formación de siete años, durante los cuales viajé por el noroeste argentino contactando a a las comunidades originarias, los abuelos chamanes de los pueblos, además de ir incorporando los saberes populares de cada sitio”, explicó y contó su experiencia personal: “Empecé por mi. Padezco asma, durante tres años me traté con preparados naturales sin consumir ningún fármaco y nunca más tuve una crisis de la enfermedad”.
Una vez que se sintió con los conocimientos suficientes, Luis se dedicó a trasmitirlos desde hace tres años con su equipo de “Sacha Janpi” (Medicina del Monte). “Creo que estos saberes tienen que circular y popularizarse más. La cultura yerbatera tiene mucha sabiduría. Y la respuesta de la gente es muy buena, organizo los encuentros desde acá y siempre hay cupos completos. Viajan muchos desde zona oeste y zona sur del Conurbano”, contó.
Durante el taller se enseñan cuáles son las plantas, cómo se las recolecta y cómo puede utilizarse luego. “Se pueden hacer cremas, compresas, infusiones, aceites o tinturas madres, es variada la forma en que actúan sobre el organismo”, explicó Ibargüen.
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