La desesperación de los familiares y los amigos de las primeras víctimas fatales

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Algunos de los actos y testimonios de quienes vieron la tragedia de cerca en Las Vegas resultan conmovedores. Son los de los familiares directos de las primeras víctimas que se fueron identificando, el de una esposa cuyo marido fue alcanzado por los disparos mientras corrían tomados de la mano; el de una joven cuyo amigo murió en sus brazos; o el de una tía que confirmó la muerte de su sobrino por Facebook.

Sonny Melton, de 29 años, fue una de las víctimas y había intentado salvar la vida de su esposa Heather. Según relató la mujer a la cadena WSMV, de Nashvill, “él me salvó la vida. Me agarró y comenzó a correr cuando sentí que le dispararon por la espalda. En este momento apenas puedo respirar, Sonny era un hombre extremadamente bondadoso y cariñoso”.

La pareja vivía en Big Sandy, Tennesse, donde el joven trabajaba como enfermero en el centro médico Henry County, donde su esposa es cirujana.

Otro caso es el de Heather Gooze, de Spring Valley, Nevada, quien utilizó su cuenta de Facebook para avisar que se encontraba bien, pero también para reportar la muerte del joven amigo que murió en sus brazos.

“Amigos y familia, estoy bien. Estoy fuera de los terrenos del festival. No tenemos permiso para ir a ninguna parte. ¡Estoy con un joven que murió en mis brazos! RIP Jordan McIldoon, ¡No puedo creer que esto haya ocurrido”, señaló Gooze en la red social.

Jordan McIldoon era un muchacho de 23 años, cuya familia contó que el joven era aprendiz de mecánica y que pronto iba a comenzar sus estudios en comercio.

Entre las víctimas fatales también se contó a Quinton Robbins, un oriundo de Henderson, Nevada, de 20 años, cuya tía, Kilee Wells Sanders, confirmó la noticia también por medio de Facebook, donde describió a su joven sobrino como “el alma más amable y cariñosa. Todos los que lo conocían lo amaban. Su risa contagiosa y su sonrisa. El era realmente una persona asombrosa. Lo echaremos de menos, es amado por tantos”.

En el caso de Denis Gesford Chambers, otra de las víctimas, había publicado una foto con su marido, Tony Burditus, minutos antes de que Stephen Paddock abriera fuego contra el público que había asistido al festival de música country de Jason Aldean.

 

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