El tipo de azúcar que se consume eleva el riesgo de algunos males
| 11 de Febrero de 2017 | 02:53

Un equipo internacional de científicos constató en los últimos días que el tipo de azúcar que se consume, y no solo la cantidad, puede determinar el riesgo de padecer enfermedades metabólicas y cardiovasculares. De acuerdo a su análisis, consumir fructosa en vez de glucosa es más perjudicial para el metabolismo y el sistema vascular.
La investigación, publicada en American Journal of Physiology-Heart and Circulatory Physiology, fue realizada por Marta Alegret, del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición del Instituto de Salud Carlos III de Madrid, junto con científicos del Instituto de Biomedicina de las universidades de Barcelona y del Pacífico (Estados Unidos).
La fructosa, un azúcar simple, monosacárido, que abunda en las frutas, es uno de los edulcorantes más utilizados por la industria alimentaria: su producción es barata y endulza mucho. Se utiliza como azúcar sencillo, componente de la sacarosa, una mezcla de glucosa y fructosa, o del jarabe de maíz moro.
En la investigación, el equipo utilizó ratas hembra en laboratorio, que son más sensibles que los machos a las alteraciones metabólicas. Las ratas fueron divididas en dos grupos: durante dos meses, y junto a su dieta habitual de alimentos sólidos, un grupo ingirió un complemento líquido de glucosa y el otro un complemento de fructosa.
Al finalizar el estudio, los investigadores constataron que había diferencias en el aumento de peso corporal, el nivel de triglicéridos y la fisiología vascular en los animales estudiados. En el grupo de ratas que recibió fructosa, se observó alta concentración de triglicéridos en el plasma y aumento de la expresión de una proteína esencial (l’MTP) para exportar triglicéridos del hígado hacia el plasma en forma de lipoproteínas de muy baja intensidad. “Todo esto nos lleva a pensar que, de forma específica, la fructosa es capaz de reducir la oxidación de ácidos grasos e incrementar la salida de triglicéridos del hígado en el plasma, y eso es lo que probablemente origina la hipertrigliceridemia”, puntualizó la coordinadora del estudio. El trabajo también analizó la respuesta de la arteria aorta según el complemento ingerido, y se constató que en ratas que recibieron glucosa, la capacidad de la aorta a relajarse era superior.
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