El líder norcoreano y las intrigas en torno al crimen de su hermano
| 16 de Febrero de 2017 | 03:04

Suponiendo que fuesen ciertas las sospechas de que agentes norcoreanos hayan sido quienes asesinaron con un aerosol venenoso al medio hermano del líder norcoreano Kim Jong-un, la pregunta sería por qué. Y porqué en este preciso momento, si el hombre era un problema desde hacía rato. Kim Jong-nam, asesinado supuestamente por dos mujeres en un aeropuerto de Malasia, era un verdadero estorbo para el gobierno norcoreano: fue humillado al ser descubierto tratando de ingresar a Japón para visitar Disneylandia y criticaba abiertamente el ascenso al poder de su hermano, que mandó a matar a un tío apenas instalado en el gobierno.
Apostador regordete y playboy venido a menos, Kim Jong-nam había pasado mayormente inadvertido en los últimos años en Macao. Era una distracción menor para los líderes norcoreanos y los servicios de inteligencia surcoreanos no dan una razón para su asesinato al atribuirlo a agentes norcoreanos. Dicen sólo que fue producto de la “paranoia” de Kim Jong-un.
Pero en Seúl se habla de otra posibilidad interesante: La gota que colmó el vaso podría haber sido una noticia que circuló en la prensa surcoreana la semana pasada: el diario Kyunghyang Shinmun dijo que Kim Jong-nam había tratado de desertar a Corea del Sur en los años 2000 y que había sido un intermediario entre la hoy presidenta (suspendida) surcoreana Park Geun-hye y las autoridades norcoreanas.
Kim Jong-un tragó saliva e hizo como que no pasaba nada cuando se habló de las andanzas de su medio hermano por los casinos de Macao y cuando Kim Jong-nam, fotografiado a menudo desarreglado, cuestionó en 2010 la necesidad de que una tercera generación de la familia Kim siguiese gobernando Norcorea.
Las versiones de que un pariente cercano de la familia gobernante haya tenido contactos con el gobierno surcoreano, e incluso haya tratado de desertar, podían afectar los esfuerzos del gobierno norcoreano por presentar a la familia Kim como los legítimos gobernantes del país.
Si trascendía que alguien que lleva en las venas sangre del fundador de Corea del Norte Kim Sung-il estaba considerando desertar a Surcorea, país democrático y próspero, ¿qué mensaje se enviaría a la élite norcoreana y a los millones de personas pobres e insatisfechas? Cabe señalar que Norcorea había intentado matar varias veces a Kim Jong-nam.
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