No se pueden desatender las advertencias sobre posible rebrote del dengue

Las advertencias médicas formuladas ante la aparición en nuestra zona de verdaderas nubes de mosquitos y de que puedan propagarse enfermedades como el dengue, zika y chikungunya -asociadas al Aedes aegypti-, justifican plenamente el reclamo de los vecinos de diferentes barrios para que se refuercen los trabajos de fumigación y desmalezamiento, entre otras medidas de prevención.

Tal como se ha informado en este diario, los registros sanitarios existentes revelan que cada cada 4 ó 5 años se registra un nuevo brote de esta enfermedad. Asimismo, la cantidad de casos detectados y de muertes causadas por el dengue, así como las circunstancias climáticas que imperan en estas jornadas, indican que están dadas todas las condiciones epidemiológicas para que pueda darse un rebrote de estas enfermedades.

La invasión de mosquitos se hace sentir por igual en la zona céntrica, en la periferia y en las localidades vecinas. A ello se suma la presencia de altos pastizales en diferentes lugares, tal como lo hicieron notar testimonios vecinales de Villa Castells, Los Hornos, Arana, Parque Sicardi, Estancia Chica y barrio Aeropuerto.

Por su parte, desde la Muncipalidad local se puso en mira a los establecimientos educativos, de cara al inicio del ciclo escolar 2017. Según se informó, personal de la Dirección de Zoonosis llevó adelante la primera etapa del operativo especial de fumigación y posterior limpieza que comenzó en escuelas ubicadas en las localidades de Arturo Seguí, Hernández, Gorina y Gonnet

Como es de rigor, para controlar la proliferación y picadura del insecto se recomendó desmalezar los jardines, evitar la acumulación de agua en macetas, floreros y demás recipientes que permanecen al aire libre; destapar canaletas obstruidas y usar repelente en forma permanente.

Es habitual que para combatir el dengue se promuevan las tareas de descacharrado, se distribuyan productos químicos para que no se desarrolle el mosquito en grandes recipientes utilizados para juntar agua, y monitorear ovitrampas y larvitrampas, dispositivos que permiten detectar la presencia del mosquito transmisor. Paralelamente, ante síntomas como fiebre alta, decaimiento, dolores musculares y articulares, de cabeza y detrás de los ojos, se recomienda a la población consultar inmediatamente al médico o a los servicios de salud.

Resulta ineludible, sin embargo, recordar que algunas de las medidas de prevención anunciadas en años anteriores -entre otras, las fumigaciones realizadas en tiempo para evitar la proliferación del mosquito transmisor de esta enfermedad- no pasaron luego de ser meras declamaciones, pues no se convirtieron en hechos concretos. No obstante, sobre todo en los últimos años, el contexto sanitario y algunas dramáticas experiencias registradas autorizan a confiar en que no se repetirán nuevas omisiones.

Se ha dicho también, reiteradamente, que en el caso del dengue, preocupa la concientización de los sectores más vulnerables. Entre ellos, de las personas que ya tuvieron la enfermedad -en riesgo potencial de contraer dengue hemorrágico- y de los habitantes de los asentamientos marginales, en los que las mismas casas, de chapa y en las que se utilizan neumáticos para sostener los techos, pueden actuar como criaderos de mosquitos.