La isla desierta

Edición Impresa

Por IRENE BIANCHI

No se trata aquí de “ver” sino de vivenciar, captar, imaginar, intuir. El espectador pone en marcha otros mecanismos de percepción y exacerba sus otros sentidos: el olfato, el tacto, la audición. El resultado es una experiencia conmocionante, inolvidable, imprescindible. El Grupo Ojcuro eligió esta obra de Roberto Arlt, adaptada y dirigida por José Menchaca, en la que se nos invita a emprender una azarosa travesía, un viaje del que se vuelve indudablemente modificado.

Hoy dos funciones, 20 y 22 en Teatro Estudio, calle 3 entre 39 y 40.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE