Jubilado a los tiros para frustrar un asalto
Edición Impresa | 12 de Abril de 2017 | 01:59

Cerca de las 2 de la madrugada, un jubilado de 72 años llegaba a su casa cercana a Plaza Sarmiento. En ese momento se apareció un delincuente que, en un descuido, le arrebató el auto. La víctima sacó un arma, de la que sería legítimo portador, y le disparó varias veces. Aparentemente, el ladrón habría salido ileso.
El episodio se registró en la cuadra de 20 entre 67 y 68. El jubilado manejaba un Volkswagen Bora. Lo subió a la vereda, se bajó con el vehículo en marcha y fue a abrir el portón de la cochera, en una maniobra habitual para él.
Lo que modificó el rumbo fue que “de adentro del jardín delantero de esa casa, donde estaba escondido, apareció un delincuente que, por lo que se supone, lo estaba esperando”, indicó un vocero judicial del caso.
Era, según las descripciones que obtuvieron los agentes, “un sujeto de contextura robusta que sostenía un bulto en la mano”.
Al parecer sin decir nada, el ladrón corrió hasta el auto con el único objetivo de robárselo, y sin pretensiones de ingresar en el domicilio, según la principal línea de investigación.
El jubilado notó lo que pasaba y le dijo tres veces al delincuente que se detuviera, comentaron los mismos voceros.
El asaltante hizo oídos sordos y, ya sentado al volante del Bora, comenzó a dar marcha atrás, listo para huir.
Entonces el dueño del auto tomó su pistola marca Taurus calibre 45, para la que tendría el permiso necesario, según los detectives. “La cargó, le apuntó y le disparó tres veces”, relataron los voceros.
Sin detenerse nunca, el delincuente continuó manejando en reversa y después aceleró hacia adelante a fondo.
Por lo menos uno de los tiros dio en el parabrisas del Volkswagen. Los informantes no aclararon en dónde pegaron los otros dos.
A partir de los distintos operativos que se montaron en la madrugada, los efectivos pudieron ubicar el auto minutos más tarde.
El ladrón lo había dejado abandonado en 29 entre 50 y 51. Los policías lo incautaron, al igual que la pistola.
Una posibilidad era que el delincuente hubiera salido lastimado por los disparos. De manera preventiva, un grupo de policías fue hasta la guardia del hospital Italiano, a la vuelta de donde encontraron el Bora, para consultar si había ingresado alguien baleado. La respuesta en la guardia fue negativa.
Ahora se están analizando las cámaras de seguridad de monitoreo urbano y de ese centro de salud.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE