El descuido y la destrucción ganan por goleada en la plaza San Martín

Que en la periferia platense haya incontables plazas en las que el equipamiento suele estar deteriorado, las baldosas sanas son las menos y las esculturas se ven lejos de su esplendor, es un síntoma del descuido endémico en que suelen caer los espacios verdes platenses. Pero que esas mismas señales de descuido se adviertan en la emblemática plaza San Martín, parte del eje fundacional de la Ciudad, es una señal alarmante de falta de mantenimiento urbano que por estos días no pasa inadvertida para los miles de platenses que la transitan a diario.

Una breve recorrida por el paseo situado entre dos edificios históricos como el de la Legislatura y la Casa de Gobierno basta para notar que casi no hay sector de la vereda que no muestre roturas.

En algunos sectores el deterioro es tan evidente que el embaldosado directamente dejó paso a la tierra, como se ve sobre el lado que da al Pasaje Dardo Rocha. Allí los días de lluvia se forma un barrial que complica a los transeúntes.

Hay casos en los que además de las piezas faltantes se ve parte de los escombros de las baldosas que el vandalismo destrozó. Se ven montones de escombros dispersos por la plaza.

Las muestras del abandono en que cayó el espacio público se extienden también al mobiliario y a la forestación: por caso, son numerosos los asientos verdes de madera que carecen de alguna de las varillas. Algunos, incluso, en un estado tal que prácticamente es imposible sentarse. Del cartel que debería indicar el nombre de la plaza apenas quedaron los hierros que le servían de soporte. Y no son pocas las cazuelas de árboles que están vacías, reclamando por su reforestación.

“Desde hace años cruzo esta plaza todos los días porque tomo el micro acá para ir a mi casa. La verdad es que me da pena verla en este estado. Me acuerdo que hace un año le hicieron unos arreglos, pero ahora está de nuevo toda destruida”, dijo Sebastián Suárez, estudiante de Diseño, quien recordó que cada tanto tiene que esquivar los charcos que se forman por las recurrentes filtraciones.

Muchos transeúntes observan con preocupación el deterioro del conjunto monumental que se levanta en el corazón del paseo: el monumento al Libertador San Martín luce con sus perfiles corroídos, ajado y opaco. También cerca del centro de la plaza descansa el resto de lo que fue la columna de una farola de hierro.

Por su parte, desde la Secretaría de Espacio Público y Gestión Ambiental, aseguraron que “la puesta en valor de la Plaza San Martín ya está planificada, al igual que la de otros 18 espacios verdes de toda la ciudad”. En ese sentido, desde la Comuna detallaron que “el plan contempla la instalación de nuevos juegos y bancos, renovación de veredas, limpieza y restauración de monumentos, forestación y demarcación en los diferentes accesos”.