Misterioso golpe en el tercer piso de un edificio de 56 y 5

El acceso principal del inmueble no fue violentado. ¿Los delincuentes estaban escondidos adentro?

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Tres departamentos de un mismo piso de un edificio en el Centro fueron desvalijados por ladrones, todavía no identificados. El robo ocurrió de madrugada y despertó suspicacias, a partir de que sucedieron cuando no había nadie en ninguna de las tres viviendas, y porque la puerta de acceso desde la calle no estaba forzada.

A las 9 de la mañana de ayer, las víctimas se enteraron de lo que había pasado mediante un mensaje del grupo del consorcio. Agustina y Lucía, dos estudiantes de Bolívar y Chivilcoy respectivamente, tuvieron que cortar las vacaciones para volver y comprobar lo que había pasado.

La entrada al edificio de 56 entre 5 y 6 estaba intacta. Pero en el tercer piso el panorama era desolador. Las puertas de los tres departamentos estaban abiertas, con el signo evidente de que las habían roto con una barreta. Las cerraduras terminaron dobladas como si fueran de goma.

En todos los casos, los delincuentes -nadie sabe hasta ahora cuántos eran- se dedicaron a revisar las viviendas hasta en los rincones. Aparentemente, tuvieron todo el tiempo necesario para moverse con soltura.

Cuando las chicas reconstruyeron lo que pasó, empezaron a indagar entre sus vecinos. Desde el segundo piso reconocieron haber oído ruidos extraños, “pero nunca se imaginaron que podían estar robando”, dijo Agustina.

Así se pudo establecer que los robos sucedieron entre las 3 y las 4 de la madrugada de ayer.

A las dos les sorprendió que en los demás pisos no pasó nada. Ambas tildaron al episodio de “misterioso”.

“Sospechamos que alguien avisó que en ninguno de los departamentos había nadie. Fue una situación muy rara”, señalaron.

Mientras que a Agustina no le sacaron “nada de valor” y le robaron “algunos ahorros”, a Lucía le quitaron una computadora, una valija y otras pertenencias.

De un botín similar se habrían apoderado en el tercer departamento. Esa víctima ayer a la tarde aún no había vuelto a La Plata. Se estima que también le quitaron, por lo menos, una notebook.

En el tercer piso ya se hizo el cambio de cerraduras. La sensación que quedaba ayer a la tarde era la de un asalto planeado, con el dato concreto y la ausencia de testigos.

De todas maneras, la policía Científica hizo la pericia en la escena de los delitos.

“Esta es una zona brava porque ya pasó que se metieran a robar en el edificio de enfrente, la semana pasada. También se escuchan gritos de chicas desesperadas en plena noche, porque intentaron atacarlas cuando llegaban a sus casas. Dos fines de semana pasó lo mismo”, contextualizó Agustina.

De todas maneras, ella y su vecina también sospechan que eso sea una táctica para atraer gente a la vereda y ahí abordarlas.

Un antecedente cercano en tiempo y espacio fue el que se registró en un edificio situado enfrente del ministerio de Seguridad, en 53 entre 2 y 3, ocurrido a fines de junio.

En ese caso, la entrada desde la calle estaba intacta, y por eso se especuló con que habrían usado una llave o una tarjeta. Distinta fue la mecánica en los dos departamentos que saquearon, porque destrozaron las puertas. En ambas viviendas robaron plata y elementos de valor. ¿Fue la misma banda? Las investigaciones por estos dos episodios siguen abiertas.

 

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