Jugarse la vida por las ideas

El cineasta Christopher Nolan se vuelca al género bélico para una impresionante cinta hecha “para el cine”, una experiencia física sobre el rescate de más de 300.000 soldados rodeados por el ejército nazi

Edición Impresa

Si Steven Spielberg logró contar un drama individual en medio de la guerra en “Saving Private Ryan”, Christopher Nolan se mete en el alma de 300.000 soldados a través de los ojos de un puñado de personas en “Dunkerque”, uno de los más esperados estrenos del año, que llega el jueves a los cines.

Una historia con la que el británico Nolan creció y que quería llevar a la pantalla desde hace años, pero decidió esperar a tener más experiencia para poder plasmar en imágenes la historia que escribió sobre aquel acontecimiento y que lleva el cine de guerra a una compleja y espectacular dimensión épica e intimista a la vez.

Nolan cuenta desde diferentes puntos de vista la denominada ‘Operación Dinamo’, el rescate de más de 300.000 soldados belgas, franceses y británicos rodeados por el ejército nazi a finales de mayo de 1940, en el que participaron todo tipo de embarcaciones, incluso civiles, un hecho que fue calificado por el entonces primer ministro británico, Winston Churchill, como un “milagro”.

Nolan utilizó la playa de Dunkerque como plató de rodaje y contó incluso con algunos de los pequeños barcos que zarparon de verdad de Inglaterra en 1940 para ayudar en las labores de rescate y con algunas naves de las armadas de nueve países diferentes que se conservaban en museos, para construir desde el realismo una historia épica e intimista.

CONTRA LOS LIMITES

El largometraje relata con vistosas imágenes el hecho bélico desde tres diferentes puntos de vista: tierra, mar y aire. Un rodaje que planteó “grandes retos físicos” a la hora de grabar en cada una de las posiciones, lo que le llevó a “tener la sensación de haber hecho algo nuevo”, ya que siempre busca “construir experiencias sobre el pasado, pero mirar también a nuevas metas”.

Es algo que ya ha demostrado en sus trabajos anteriores, en los que siempre ha buscado miradas originales para historias o géneros habituales en el cine. Sorprendió con “Memento” un complejo thriller; marcó un punto y aparte en las películas de superhéroes con “El Caballero de la Noche” y aportó nuevas perspectivas a la ciencia ficción con “Interestelar” e “Inception”.

Y ahora se atreve nada menos que con uno de los géneros clásicos por excelencia del cine, el de guerra. El público podrá encontrar una película de guerra clásica, pero no tradicional. Filmada casi completamente con cámaras IMAX milímetros a partir de un parco guión de Nolan de 76 páginas, “Dunkerque” es la mayor parte del tiempo una experiencia cinematográfica de combates en el cielo y encuentros cercanos en el mar. Es un ataque total, con desplazamientos de cámara y montajes, de uno de los máximos cineastas del momento.

PARA EL CINE

Una experiencia hecha a medida de la gran pantalla, dice Nolan: “Nosotros hacemos películas para el cine y la experiencia cinematográfica no solo se trata del tamaño de la pantalla o la tecnología detrás de ella, aunque eso es una gran parte. Se trata del público, de la experiencia compartida”.

Contada en gran parte desde el punto de vista de Tommy (sorprendente el debutante Fionn Whitebread), la película mezcla con un ritmo vertiginoso los intentos de salvación de este joven soldado, las batallas áreas del piloto Farrier (Tom Hardy) o la ayuda desinteresada de un marinero civil, el señor Dawson (Mark Rylance).

Todo ello observado desde lo alto de un larguísimo muelle por el comandante Bolton, interpretado por un impertérrito Kenneth Branagh, el único con conocimiento total del abandono calculado por el Gobierno británico, que quería reservar fuerzas ante la previsión de una inevitable invasión nazi.

Muchos personajes para una película que es una de las más cortas dirigidas por Nolan con 107 minutos frente a los 169 de “Interstellar” o los 152 de “The Dark Knight”. Y que tiene poco diálogo. “No quería que los personajes explicaran lo preocupados que estaban, sino mostrar las situaciones físicas y usarlas para que el público tuviera empatía con ellas”, justificó el director, algo que ya ha logrado con el equipo de rodaje, como explicó Whitehead, que asegura que el filme le sirvió para descubrir “cómo las personas pueden llegar a ser tan vulnerables cuando están aisladas”, mientras que el veterano Rylance afirmó que “Dunkerque” es simplemente un relato de “saber hacer algo juntos y de jugarse la vida”.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE