Algo me dice que vendrás. Cada vez que me acerco al viejo camino es como un ensayo del reencuentro que deseo.

Las huellas del carro en el que te llevaban lucen intactas bajo el sol, desde aquel día, y  sobre ellas aguardo que regreses, desde donde terminan la arboleda y el cielo.

Clavo la mirada en ese horizonte de luz y descubro tu silueta vestida de distancias.

Te extraño, Dana. Estoy invadido de tristezas porque no estás conmigo y el invierno será más cruel aún, si no te tengo a mi lado. 

Hay instantes en que me parece oír tus ladridos en el patio de la casa o el chasquido de tus patas en el agua del estanque.         

No sé por qué te alejaron de mi. Fue esa tarde en que el viento destrozó casi todo lo que teníamos, aunque no pudo con la esperanza de caricias, esas mismas que aún guardo para vos.

 

Texto: Teodoro Frejtman
Imagen: Cubo Rojo

Fotografía
DeAutor
CuboRojo
Blog
ELDIA

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE