El colegio Nacional, ante una de sus jornadas más difíciles
Edición Impresa | 7 de Agosto de 2017 | 01:41

La de hoy será una de las jornadas más difíciles que enfrentará el colegio Nacional Rafael Hernández, tras el episodio ocurrido el jueves pasado cuando una alumna del establecimiento preuniversitario se descerrajó un disparo en una de sus aulas.
La comunidad educativa volverá a clases, porque el viernes se realizó una jornada de reflexión.
Tras el tremendo caso que tuvo como protagonista a una alumna de cuarto año, cerca de 1.800 alumnos, docentes, autoridades, auxiliares y empleados administrativos tratarán de regresar a las clases con cierta normalidad, una asignatura difícil de cumplir ante el complejo panorama que dejó el caso que conmueve a la Ciudad desde el jueves pasado.
Los compañeros del aula en el que se produjo el sangriento episodio volverán también a clases, según confirmaron ayer fuentes de la Universidad Nacional de La Plata.
Desde un principio, desde el co legio Nacional adoptaron suma cautela y sólo emitieron un comunicado para hacer público el estado de consternación que atraviesa la histórica institución educativa.
SHOCKEADOS
Chicos y chicas shockeados. Padres profundamente preocupados por la comunicación al interior de la comunidad y, sobre todo, por el complejísimo tema de las redes sociales, que hoy es materia de acción judicial para la autoridades de la Universidad Nacional de La Plata, quienes se entrevistarán con el juez de la causa por “tentativa de suicidio”.
El jueves, una vez que ocurrió el episodio en el segundo piso del ala de la calle 50, los alumnos se retiraron del colegio. No todos, ya que quienes vivieron ese tremendo momento en el que una compañera se disparó en la boca se quedaron cerca de cuatro horas con psicopedagogos que le dieron la primera etapa de contención a los estudiantes.
El viernes tuvo lugar la jornada de reflexión que llevó a cabo ayer a media mañana la división a la que concurre la chica que intentó suicidarse el jueves en el aula. Esta actividad fue “muy interesante y positiva” y que tendrá continuidad en el tiempo.
El terrible hecho que se vivió el jueves en el colegio Nacional disparó todas las alarmas. Y es que tanto en el ámbito de la institución universitaria como en el de la Escuela Italiana, donde la adolescente cursó la primaria y primero y segundo año de la secundaria, se la definió como “educada, tranquila, buena alumna”.
Nadie siquiera insinuó que hubiese -al menos en los ámbitos públicos donde se movía- indicios que llevaran a pensar en lo que ocurrió.
Especialistas consultados indicaron que “el día después” de un hecho de semejante gravedad, profundamente “disruptivo” en la vida escolar, el “cómo se sigue” es todo un dilema.
“Lo ideal es que los chicos y las familias estén en la escuela. Cortar las actividades es un camino tan riesgoso como intentar continuar con normalidad, por decirlo de algún modo”, enfatizaron fuentes consultadas por este diario para llevar un poco de luz en este complejo panorama.
La jornada de reflexión del viernes abarcó a todos los cursos, que ingresaron más tarde, sobre las 9. Aunque el mayor énfasis se puso sobre la división de la alumna que intentó suicidarse. Chicos y padres llegaron más tarde, a las 10, 30, y se realizó una jornada junto a psicólogos de la Universidad, directivos, docentes y preceptores”, contaron en el establecimiento.
Julio Mazzotta, asesor legal de la UNLP, dijo que los chicos aún estaban muy shockeados, muchos sin dormir. “Tanto ellos como la profesora vivieron una situación terrible”, realzó, para puntualizar que “fue interesante ver cómo los propios alumnos estaban preocupados por el tema de las redes sociales.
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