Paritarias, el desafío que planteará febrero

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Así, en un abrir y cerrar de ojos, enero nos dijo adiós. Corre ya el último fin de semana del mes y a partir del jueves la Ciudad, se espera, comenzará a salir del ritmo si se quiere aletargado de los últimos 30 días.

Volverán los que se fueron de vacaciones. Sólo con la finalización de la feria judicial, el microcentro recuperará gran parte de su movimiento. Al curso de ingreso de Ingeniería se le agregarán los de todas las facultades y en los escaparates de los negocios irrumpirán delantales, uniformes, mochilas, calzados que anticipan el inicio de las clases. Claro está, siempre suponiendo que las clases comiencen en tiempo y forma, cuestión sobre la que hoy por hoy, sólo se podría poner un gran interrogante, a estar de las primeras noticias que llegan del frente de batalla de las paritarias.

El gobierno de María Eugenia Vidal, en las conversaciones informales ya iniciadas con los gremios estatales, se plantó en un incremento del 15 %, a pagar en cuatro cuotas y sin la cláusula gatillo que el año pasado le permitió a los trabajadores, al menos, no perder frente a la inflación.

Este año, con la declarada austeridad y el achicamiento del déficit público anunciado desde la Casa Rosada, el grifo se cierra.

Quince por ciento es la expectativa de inflación para todo el año. La nueva meta que se fijó la administración Macri (la anterior era del 10 % para 2018).

A los docentes todavía no los llamaron, pero Roberto Baradel, titular del Suteba ya anticipó que su gremio rechazará de plano ese famoso 15 % si no contempla la cláusula gatillo.

Será esta, seguramente, una de las novelas de febrero.

Otra es la que se escribirá, también a partir de esta semana, pero desde Uruguay.

Allí, en la vecina orilla comenzará a definirse la suerte de Marcelo Balcedo y la de su esposa. Antes del próximo sábado la justicia oriental deberá definir si comienza el proceso de extradición del titular del Soeme y en caso de que asi sea, en que condiciones se hará.

Y aunque el gobierno de la Provincia hasta ahora, y a diferencia con lo ocurrido con el caso del Pata Medina, no ha hecho ni la más mínima mención sobre el tema Balcedo, sigue con suma atención lo que ocurra.

Es que, independientemente de las cuestiones delictivas que se le imputan al gremialista, el Soeme es uno de los gremios que se sienta a la mesa de las negociaciones paritarias. Años atrás, además, fue funcional al gobierno a la hora de cerrar un acuerdo con los estatales. Habrá que ver ahora como se juegan las cartas.

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