El Papa reveló que se reúne con víctimas de abusos sexuales todas las semanas
Edición Impresa | 16 de Febrero de 2018 | 03:16

CIUDAD DEL VATICANO
El Vaticano aseguró ayer que el papa Francisco se reúne a menudo con las víctimas de abusos sexuales cometidos por sacerdotes, en un aparente intento por desactivar un creciente escándalo por su apoyo irrestricto a un obispo chileno al que las víctimas acusan de presenciar e ignorar los abusos que sufrieron.
El portavoz del Vaticano Greg Burke sostuvo en un comunicado que Francisco se reúne en privado y todas las semanas con las víctimas, ya sea de forma individual o en grupos, para escuchar sus historias “y ayudarlas a curar sus graves heridas”.
En comentarios también publicados ayer, Francisco calificó el abuso sexual clerical como una “humillación” que expone la “hipocresía” de la Iglesia.
Francisco enfrenta una de las crisis más graves de su pontificado, después de que restara importancia a las quejas de las víctimas acerca de que el obispo chileno Juan Barros encubrió los abusos. Durante su reciente viaje a Chile, Francisco calificó reiteradamente las acusaciones de calumnias y dijo estar seguro de la inocencia de Barros.
Después de que los comentarios papales causaran indignación, Francisco se vio obligado a rectificar y enviar un investigador del Vaticano para que analizara el caso de Barros, que era un protegido del sacerdote pederasta más conocido de Chile, el padre Fernando Karadima.
El arzobispo Charles Scicluna, un respetado ex investigador del Vaticano especializado en delitos sexuales, comienza su misión mañana sábado, cuando se reunirá con el principal acusador de Barros, Juan Carlos Cruz.
Cruz y otros dos informantes clave han dicho que Barros presenció los abusos, los minimizó e incluso participó en el maltrato psicológico de Karadima cuando él percibía desobediencia o deslealtad. Barros ha negado haber presenciado o encubierto cualquier abuso.
Francisco provocó indignación en 2015 cuando nombró a Barros, entonces capellán militar en Chile, para dirigir la diócesis de Osorno, en Chile, pese a las objeciones de algunos miembros de la conferencia episcopal chilena. Ellos temían más efectos perjudiciales del escándalo de Karadima y recomendaron que Barros y otros dos obispos formados por Karadima renunciaran y se tomaran un año sabático.
Francisco ha dicho que no aceptó la recomendación y que rechazó la renuncia de Barros en dos ocasiones, alegando que no podía aceptarla de buena fe porque no tenía pruebas de que Barros hubiera actuado mal. (AP)
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