“Una mujer fantástica”: Marina, sola contra todos
Edición Impresa | 23 de Febrero de 2018 | 03:34

En “Una mujer fantástica”, la actriz Daniela Vega se pone en la piel y el corazón en el filme a Marina, una cantante lírica trans que llega a fin de mes gracias a su sueldo de mesera y que vive con Orlando, un hombre mayor de clase alta que dejó a su familia “tradicional” tras enamorarse perdidamente de esta camarera.
Pero una noche, luego de celebrar el cumpleaños de Marina, Orlando se descompone: ella lo lleva a la sala de emergencias, pero él muere justo después de haber llegado. En lugar de permitirle llorar a su amante, la vida de Marina se llena de sospechas: de los médicos, de la familia de Orlando e incluso por una mujer detective que investiga si ella estuvo involucrada en su muerte.
Todos la resienten y sus miradas juiciosas se tornan hostigadoras y violentas: las sospechas existen y lo material incide (ella ocupa el departamento de Orlando, usa su auto), pero el director, Sebastián Lelio se encarga de dejar en claro que el eje de la problemática no es la causa de muerte, o el dinero, sino el prejuicio: para gran parte de la familia de Orlando su identidad sexual es una aberración, una vergüenza para la familia que intenta tapar ese idilio de Orlando con Marina y, tras su muerte, negarle el ingreso a su funeral y escribir los avisos fúnebres como si la familia nunca se hubiera quebrado.
Pero, como dice Marina, citando el gran himno de la música disco, “I will survive”, esta mujer fantástica sobrevive a todo lo que le tiran: Vega es el corazón de un filme sobre la resiliencia, nominado al Óscar como mejor filme extranjero y que a pesar de tratar cuestiones urgentes, lo hace con sensibilidad, sutileza y sin ánimos de provocar. (****)
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