Sarkozy volvió a su casa, pero quedó imputado por los fondos de su campaña

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El ex jefe de Estado francés Nicolás Sarkozy fue imputado ayer dentro de la investigación sobre la presunta financiación ilícita de su campaña electoral presidencial de 2007, con dinero del régimen libio del entonces líder Muamar Gadafi, informaron fuentes judiciales.

Sarkozy, de 63 años, está acusado de “corrupción pasiva”, “financiación ilícita de campaña electoral” y “encubrimiento de fondos públicos libios” y fue sometido a control judicial, precisó esa fuente.

El ex mandatario conservador, que niega todos los cargos, fue liberado y volvió a casa después de haber sido interrogado a lo largo de dos días en la Oficina Central de Lucha contra la Corrupción y las Infracciones Financieras y Fiscales (OCLCIFF) de Nanterre, en las afueras de París.

El ex presidente (2007-2012) había sido detenido el martes por la mañana, y fue interrogado durante 26 horas, con tan solo una pausa para poder dormir en su domicilio en la noche del martes al miércoles.

La justicia francesa abrió una investigación judicial en 2013 después de que un año antes el portal de investigación Mediapart revelara un documento del ex jefe de los servicios de inteligencia libios según el cual el régimen de Muamar Gadafi aceptó financiar con 50 millones de euros (unos 62 millones de dólares) la campaña presidencial de 2007 de Sarkozy.

ESCÁNDALO SI PRECEDENTES

Este caso es el escándalo de financiación política más explosivo de Francia y una de las varias investigaciones legales que persiguen a Sarkozy desde que dejó la presidencia en 2012.

Brice Hortefeux, un aliado de Sarkozy que ocupó varias carteras ministeriales durante su presidencia, fue también interrogado el martes hasta poco antes de medianoche pero sin estar detenido.

“Estoy testificando en una audición libre, las precisiones permitirán cerrar una sucesión de errores y mentiras”, escribió en Twitter.

Los sospechas sobre Sarkozy se basan en testimonios y operaciones oscuras, pero los jueces que investigan este caso desde hace cinco años no han obtenido hasta ahora ninguna prueba.

En marzo de 2011, cuando Francia acababa de reconocer a la oposición del régimen libio como único interlocutor, el hijo de Gadafi, Seif al Islam, lanzó la primera acusación: “¡Sarkozy debe devolver el dinero!”, dijo, sin presentar ninguna prueba.

Otro testimonio capital es el del presunto intermediario de esas operaciones, el francolibanés Ziad Takieddine, quien en una entrevista en 2016 con Mediapart aseguró haber entregado tres maletas llenas de efectivo del líder libio en 2006 y 2007 para ayudar a Sarkozy a llegar al Elíseo.

Los magistrados están investigando estas acusaciones, así como una transferencia extranjera de 500.000 euros a Claude Guéant, aliado de Sarkozy, en 2008 y la venta de una mansión en 2009 en el sur de Francia a un fondo de inversión libio gestionado por Bashir Saleh, ex secretario particular de Gadafi. (AP, EFE y AFP)

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