Conclusiones positivas al celebrarse el Día Mundial de Internet

Edición Impresa

El vertiginoso crecimiento en el mundo del servicio de Internet, que ya llega al 53 por ciento de la población mundial, apareja no sólo enormes ventajas para el conocimiento humano, sino que, a la vez, abre interrogantes y origina alertas con el futuro de su neutralidad, por el casi descontrolado incremento de la información que en la actualidad sus 4.021 millones de usuarios transmiten en todo el planeta.

Esa fue la principal conclusión surgida al celebrarse anteayer en Ginebra el día mundial de internet, en un encuentro realizado bajo el lema “La sociedad de los dotas en la que millones de organizaciones se sumaron a la conmemoración que nació en 2005 en España a iniciativa de la Asociación de Usuarios de Internet, para tomar luego carácter internacional cuando las Naciones Unidas refrendaron ese festejo.

Tal como se informó en este diario, la cantidad de datos transmitidos a través de esta plataforma y su seguridad han acaparado este año las discusiones, así como el crecimiento de las conexiones móviles, la velocidad de sus transmisiones, su papel como vehículo político y la brecha de acceso y precio entre las distintas regiones del planeta.

Sin embargo, el servicio, cuyos inicios se remontan a 1969 cuando se estableció la primera conexión de computadoras entre tres universidades de California (EE.UU.) conocida como Arpanet, está creciendo de manera exponencial en todo el mundo, según destacan estudios como el “2018 Global Digital” de We are Social y Hootsuite.

Cabe consignar que hace menos de dos años se reflejaba en este diario un informe –elaborado por la Comisión de Banda Ancha para el Desarrollo Sostenible de la ONU- que determinaba que el 47 por ciento de la población mundial tenía acceso al servicio de internet. En el lapso que corre hasta ahora el porcentaje subió cinco puntos, lo que destaca un rápido aumento y los riesgos que esto genera.

Justificados reclamos a favor de una mayor seguridad hacia los niños que acceden a Internet, como el que ha planteado Unicef; la existencia de normas que controlen la penetración de las redes en archivos y centros documentales secretos; la posibilidad que ofrecen las redes para viabilizar la comisión de delitos contra la privacidad y la intimidad, forman parte, entre mucha otras, de las materias pendientes.

Se está frente a un sistema abierto y en construcción permanente, es decir, de una maravillosa herramienta que, sin embargo, permite usos desviados. El desafío es enorme por cuanto están en juegos principios que hacen a la libertad, a la creatividad y, también, a la necesidad de fijar normas que garanticen el respeto a los derechos de todas las personas. Una de las fórmulas ofrecidas desde organizaciones internacionales consiste en promover, para Internet, la creación de estándares éticos para la industria, así como otras prácticas que, protejan a las personas de eventuales abusos en las redes.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE