Un largo viaje por carretera por el Rust Belt de Estados Unidos
Edición Impresa | 5 de Agosto de 2018 | 06:16

CLEVELAND/DETROIT
Verena Wolff
DPA
Florida, California, los parques nacionales en el oeste, Nueva Inglaterra y la costa este: un viaje largo por carretera en Estados Unidos es un sueño para muchos turistas. Sin embargo, también hay otras rutas que no vienen directamente a la mente, por ejemplo por el llamado Rust Belt (literalmente cinturón de óxido).
El Rust Belt fue una de las regiones industriales más grandes de Estados Unidos, situada junto a los Grandes Lagos. El viaje comienza en el Medio Oeste, pasa por los estados de Michigan, Indiana, Ohio y Pensilvania, y termina en el estado de Nueva York.
CON TIEMPO Y GANAS
Y si usted tiene tiempo y ganas, también puede dirigirse hacia el sur, a Kentucky y Virginia Occidental, o hacia el oeste, a Wisconsin e Iowa. Para completar el tour conviene visitar alguna que otra metrópoli fascinante como Chicago, Toronto, Boston, Nueva York o Washington.
VARIADO PAISAJE
El paisaje en el Rust Belt es muy variado: en el este, es decir, en Virginia Occidental se encuentran las montañas Blue Ridge, a las que John Denver dedicó una canción, y la cordillera de los Apalaches. En Pensilvania, el paisaje se torna llano y después solo se ven enormes campos de cultivo en línea recta: maíz, soja y trigo.
La naturaleza es un bien muy preciado en el Rust Belt, porque la mayoría de las industrias que había aquí en el pasado están ahora oxidadas. Las industrias pesada y acerera y las fábricas de componentes para coches fueron trasladas a regiones donde el trabajo es más barato y las materias primas están más cerca.
Cuando estalló la crisis del acero en la década de los 70 comenzó el declive de los estados y las ciudades situadas a lo largo del Rust Belt. El “cinturón nació en el siglo XIX, cuando ya se había unido el Atlántico con el golfo de México mediante canales, los Grandes Lagos y el río Mississippi.
“Fue una suerte de larga cadena en la que los eslabones estaban engranados”, cuenta Tom Genova, quien en el pasado trabajó como ingeniero de Ford en Dearborn, cerca de Detroit. “En aquellos tiempos todo el mundo tenía trabajo”, recuerda.
LA ÉPOCA DORADA DE CLEVELAND
Cleveland, en Ohio, fue antaño una ciudad rica y progresista. En su época dorada fue la quinta ciudad más grande de Estados Unidos. El principal inversor en la ciudad fue el hombre más rico de sus tiempos, John D. Rockefeller, quien fundó en 1870 la Standard Oil Company. Las calles, las casas, los teatros y la infraestructura: todo fue obra del famoso filántropo.
Hasta el día de hoy, Cleveland cuenta con una de las cinco orquestas sinfónicas más grandes de Estados Unidos.
Sin embargo, fue necesaria la aparición de otro empresario súper rico para que Cleveland volviese a estar presente en la mente de los estadounidenses: Donald Trump. En 2016, el magnate neoyorquino fue elegido candidato presidencial del Partido Republicano en la ciudad situada junto al lago Erie.
Gracias a Trump, Cleveland es otra vez una ciudad que interesa, dice un vecino llamado John en un bar deportivo. Ha aumentado el número de congresos que se hacen en la ciudad y el turismo ha despegado, señala.
También en Detroit, situada en el extremo norte del lago Erie, las cosas han comenzado a mejorar. “Se puede ver que se están vendiendo casas que antes estaban deshabitadas y desmoronadas”, dice Kim Rusinow. Hace un par de años, esta mujer se convirtió en autónoma fundando un pequeño negocio de turismo. La gente se burlaba de ella. “¿Qué vas a enseñar a la gente en esta ciudad venida a menos?”, le preguntaban incluso buenos amigos. Hoy, ella puede elegir entre los numerosos pedidos de excursiones que recibe.
Cleveland, en Ohio, fue antaño una ciudad rica y progresista. En su época dorada fue la quinta ciudad más grande de Estados Unidos.
DESDE $ 39.000
Es lo que cuesta un viaje en avión ida y vuelta desde Buenos Aires hasta Detroit.
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