Se puso en marcha el juicio por el aberrante crimen de un nene de 7 años
Edición Impresa | 29 de Septiembre de 2018 | 02:15

Esta semana se puso en marcha en el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 3 de La Plata el juicio en el que están acusados por el aberrante crimen de un niño de 7 años, ocurrido a fines de 2015 en Villa Elvira, su madre y el padrastro.
El caso, en el que las evidencias dieron por acreditado que “Ricardito”, murió como consecuencia de una feroz golpiza y tras haber sido víctima de abuso, comenzó a exponerse con las declaraciones brindadas ante el tribunal por parte de las médicas que recibieron al chico en el Hospital de Niños, la directora de la escuela a la que concurría, al sur de la Ciudad y de una vecina que declaró haber escuchado gritos desgarradores provenientes de la vivienda que ocupaba la familia conformada por Gisela Alejandra Alí y su pareja, José Antonio Mendoza Pacheco, la víctima y un hermano que entonces tenía 11 años.
Alí y Mendoza Pacheco, ahora deben responder ante el Tribunal por los cargos de homicidio calificado y abuso sexual.
la noche previa
La vecina contó que en la noche previa al registro de la muerte del chico, en la casa de sus vecinos, en la cuadra de 92 entre 12 y 13, había música fuerte que no lograba ocultar los gritos.
En tanto, en otro de los relatos desgarradores de las primeras dos jornadas del juicio, entre el jueves y viernes, una de las médicas especialistas en situaciones de abuso de menores manifestó su estupor frente al estado en el que se encontraba el cuerpo de Ricardito como consecuencia de la violencia que se había descargado.
Las profesionales del Hospital, en tanto, contaron que el niño estaba muerto al momento de ingresar a ese centro de salud. Lo había llevado su propia madre, en un remis, cerca del mediodía posterior a la noche en la que se habría producido el ataque fatal.
No fue la primera vez que el chico era agredido. En la autopsia se relevaron 23 lesiones. En la mayor parte de los casos habían sido producidos en un lapso de 24 horas previas a la muerte, según el informe forense que se expuso en el juicio. A la vez, el cuerpo presentaba lesiones compatibles con una agresión sexual.
el padre, los docentes
La situación que padecía el niño estaba a la vista. La directora y sus maestras en la escuela Primaria Nº 27, a la que concurría, lo había denunciado. Las docentes manifestaron en el expediente su preocupación por el daño físico que podía advertirse al observar el cuerpo del nene, quien pese a todo se mostraba interesado por los temas y la asistencia a clases.
También el padre de Ricardito, quien padece una grave enfermedad, no convivía con el chico pero había apuntado a Mendoza Pacheco por episodios de violencia contra su hijo.
El acusado, de nacionalidad peruana, había llegado al país poco tiempo antes del crimen y rápidamente inició una relación de pareja con Alí. Según indicó una fuente del Tribunal, tiene antecedentes penales por infracción a la ley de drogas en su país de origen.
El Tribunal también citó para las primeras dos jornadas de audiencias, en la semana que pasó, a un familiar de la vecina y al remisero que llevó a Alí, desde la casa situada en Villa Elvira hasta el Hospital de Niños. Según los informes técnicos, el niño podría haber muerto hasta tres horas antes de haber sido subido al remís.
Las audiencias previstas en el juicio continuarán este lunes, con la declaración de Alí y la presentación de informes técnicos referidos al perfil psicológico de la madre y el padrastro del niño asesinado. Se prevé que el juicio finalizará en la semana, una vez que se conozcan los alegatos y el veredicto del Tribunal.
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