Sube la temperatura en la arena política platense

Por Laura Romoli

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Laura Romoli

lromoli@eldia.com

El enfrentamiento del Intendente con el Concejo Deliberante levantó la temperatura del año nuevo y marcó un mojón en un verano político que en La Plata ya de arranque vino caliente. Las rispideces y la tensión entre propios y ajenos ponen en jaque a las relaciones internas y con la oposición, y en un mes donde ya se habla abiertamente de la confección de listas de candidatos, parece que ni el silencio ni el receso legislativo logran suavizar el ambiente.

El punto que desencadenó este conflicto se originó cuando en la reunión de Labor legislativa previa a la última sesión del año los presidentes de bloque del oficialismo y la oposición decidieran añadir al sumario del día la votación de una ordenanza que modificaba el cálculo de sus haberes, aumentándolos en un 25 por ciento promedio, más allá de la suba del 24 por ciento que ya habían tenido durante el año.

Se trató de un acuerdo político celebrado entre los concejales en medio de un gran hermetismo. No lo expusieron en el recinto y tampoco se lo informaron al Ejecutivo, lo que provocó una inesperada reacción del Intendente: el inmediato veto de la norma por considerar que se “extralimita” y contradice a la ley orgánica de las municipalidades bonaerense.

“No es momento para un aumento de estas características y menos el de hacerlo de espaldas a la gente”, lanzó Julio Garro al frustrar la movida, exponiendo la actitud de los 24 ediles. Manteniendo un silencio atento, por lo bajo, los concejales del oficialismo y la oposición están “que vuelan”. Independientemente de que reivindican la norma, dirigen los reproches y pases de factura por el escándalo tanto al jefe comunal como a Cambiemos, y es que desde la oposición aseguran que el polémico proyecto nació en despachos del bloque oficial, mientras que desde ese lado señalan al otro lado del pasillo, donde tienen sus oficinas los peronistas. De cualquier modo: el acompañamiento fue unánime.

La turbulencia se da además en el marco de las especulaciones sobre cómo se va a configurar el esquema de poder dentro del deliberativo, que arrancará la actividad ordinaria el 1º de marzo, pero, además, en el inicio de la campaña política. Mientras la Bicameral provincial analiza si se desdoblan las elecciones en la Provincia y el adelantamiento de la fecha de los comicios se instala con cada vez más fuerza, la necesidad de tener las listas a tiro recalienta a la política local.

Al interior del frente Cambiemos los tironeos ya están presentados. Es que la alianza gobernante pone en juego seis bancas del Concejo local y los tres senadores provinciales que representan a La Plata. Tres de los ediles que finalizan sus mandatos son radicales, una es de la Coalición Cívica y dos pertenecen al PRO. Cada uno de estos espacios intentará mantener el reparto actual cuando no a incrementarlo sin perjuicio de las resistencias. La lapicera indiscutiblemente estará en manos de Garro, que por ahora se mantiene lejos de los contactos para iniciar los contactos de prearmado.

En la oposición también se cuecen habas. El terremoto que pudiese provocar un llamado anticipado a elecciones que podría hacer la gobernadora, María Eugenia Vidal, también hace que los principales referentes del peronismo local permanezcan al calor del asfalto platense o bien realicen eventuales escapadas de dos días a la Costa. En el peronismo federal crecen las especulaciones sobre cómo darle lugar a todos los espacios que mantienen aspiraciones y por estas horas en ese campamento nadie descarta que esa tensión pueda devenir en una PASO. En el PJ y en el kirchnerismo, en tanto, se mantienen a la espera del derrame que provoquen los acuerdos nacionales y provinciales manteniendo los teléfonos prendidos las 24 horas.

“No es momento para aumentar el sueldo de los concejales”, dijo el Intendente

“En el oficialismo ya se verifican tensiones por las candidaturas legislativas”

 

 

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