Apareció en su patio lo que parecía un cachorrito herido, pero era una extraña especie

Flor de sorpresa se llevó una familia de Wandiligong, una ciudad rural ubicada en el estado australiano de Victoria. Mientras descansaban en su casa, escucharon un lamento que venía del patio y cuando fueron a ver qué era se encontraron lo que parecía un cachorrito. Y hasta pensaron que se trataba de un perro callejero.

Como nadie reclamó al animal, se hicieron cargo de él y hasta lo bautizaron "Wandi". Como primer paso lo llevaron a veterinario, sobre todo porque estaba herido. La mascota fue atendida por la doctora Rebekah Day, quien creyó desde un primer momento que no era un perro común y corriente, aunque también descartó la chance de que se tratase de un zorro, típico de esas zonas. Luego de examinarlo determinó que el pequeño visitante era un dingo alpino australiano (Canis lupus dingo), una especie clasificada como vulnerable, a causa de la caza y la destrucción de su hábitat, por lo que existen grandes esfuerzos para su conservación.

Tras la primera inspección por parte de la veterinaria, "Wandi" fue recogido por miembros de la Australian Dingo Foundation, mientras esperaban los resultados de las pruebas de ADN. Finalmente, ya con el cachorro instalado en su nuevo hogar, la resolución del test genético confirmó lo que todos imaginaban: lo que fue en un primer momento una mascota familiar era un dingo alpino y, lo que es mejor, no estaba cruzado con perro.

Según explicó la directora de la fundación, Lyn Watson, en declaraciones a CNN, es muy raro encontrar en la actualidad una raza 100% pura de esta especie. Por eso, ahora será un miembro muy importante de su programa de reproducción, al que ya pertenecen otros 40 ejemplares adultos. Se trata de una comunidad esencial para que el dingo alpino pueda volver a poblar las tierras australianas y ejercer su función con normalidad.

“Son nuestro depredador principal, nuestro león", explica la experta. Y agrega que “su trabajo es mantener baja la población de canguros. Lo era antes de la llegada de los europeos, durante miles de años”.

Luego de resolver el misterio sobre la especie del animalito quedaba sólo entender cómo había podido llegar a aquel patio, sin su madre ni otros miembros de su camada cerca. Parecía algo difícil de explicar, hasta que se encontraron en su pequeño cuerpo las marcas de lo que parecían ser las garras de un ave rapaz. Al parecer, el cachorro estaba destinado a formar parte del almuerzo de un águila u otro pájaro similar, pero consiguió escapar, convirtiéndose así en una pieza clave para la salvación de su especie.