Los carriles para colectivos, lejos de ser exclusivos: en la calle manda el vale todo

En la diagonal 80, incluso cerca del centro, no hay controles y los autos estacionados se imponen a los micros. En la avenida 44 denuncian que rara vez se respeta ese espacio, donde muchos vecinos ponen vehículos en venta

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¿Faltó una fuerte campaña previa desde el Municipio para concientizar a los vecinos? ¿O la cultura de ‘en la calle hago lo que quiero’ está tan impregnada en la piel de cada uno que se termina imponiendo una y otra vez? Quizás, mitad y mitad. Lo cierto es que los carriles exclusivos para colectivos son cada día menos exclusivos. Mientras que las bicisendas, por el contrario, se usan poco, poquito y nada.

Este diario recorrió distintas zonas y en cada cuadra -literalmente- se pudo observar un carril con la leyenda “solo bus” intrusado por uno o más vehículos.

Diagonal 80 entre 2 y 3. Un micro de la línea 275 debió parar a unos dos metros de la vereda porque había un Renault 18 blanco estacionado. “¿No se respeta el carril exclusivo?”, se le preguntó al chofer, un hombre simpático, de mediana edad. La respuesta fue: “Así se respeta”, señalando el coche con una enorme sonrisa.

Autos, entre ellos muchos taxis, usan el carril para apurar la marcha. Así, cometen una doble infracción, pues se adelantan a otros vehículos por derecha. Todo vale.

Y faltan controles. De eso no cabe duda alguna. Los infractores, sabiéndolo, ni se inmutan. En otra cuadra de la diagonal 80 -entre 1 y 2- ayer a las 17 había dos coches estacionados, con sus conductores esperando al volante, concentrados en los celulares.

Vale recordar que los carriles exclusivos funcionan (un decir) en esa diagonal, desde 120 hasta la Plaza San Martín, y en la estratégica avenida 44, entre 131 y 145.

La problemática en 44 va a peor. Así lo reflejó ayer Peter, un vecino que envió una fotografía a EL DIA donde podían verse hasta cuatro vehículos -tres autos y una furgoneta- estacionados sobre el carril “supuestamente” exclusivo para colectivos. Pero el vecino aseguró que en esa avenida “ya se ponen carteles móviles de publicidad y hasta motos” en ese espacio.

¿Tiempos más cortos?

Desde la Municipalidad aseguraron que “pese a todo” los carriles exclusivos “sirvieron para disminuir el tiempo que muchos ramales de ómnibus urbanos utilizan para realizar su recorrido”.

Es muy sencillo comprobar -como hizo este medio ayer a la tarde- que solamente una ínfima minoría de conductores transita por donde debe. Y es justo reconocer que algunos lo hacen. Pero la práctica más extendida es la de moverse por la calle como si no existiesen marcas en el asfalto.

“Existe una evidente resistencia para acatar restricciones en materia de tránsito”, reconocieron en la Municipalidad, para prometer, una vez más, campañas de concientización.

“Si no van acompañadas de duras sanciones, no sirven”, aseguraron integrantes de entidades vinculadas a la seguridad vial.

Otro ejemplo. Mientras que los carriles exclusivos para colectivos se invaden a placer, las bicisendas, en muchos casos, no se utilizan. Parecen imágenes del reino del revés.

“¿Para qué están las bicisendas”?, le preguntó anteayer un taxista a un ciclista que se le cruzó en plena calle 12. No fue el único que, en el lapso de unos 10 minutos, pasó en su bicicleta lejos de ese espacio perfectamente delimitado para circular en dos ruedas. La falta de

Bolardos

Cuando en octubre de 2017 desde la Comuna anunciaron una batería de intervenciones urbanísticas con el objetivo de “contrarrestar el estado de caos permanente que caracteriza al tránsito platense”, mencionaron los andariveles reservados para colectivos, la prohibición de estacionar en cuadras vecinas a intersecciones claves de los principales accesos a la Ciudad, la apertura de ciclovías e “iniciativas para jerarquizar a los peatones”.

Carlos es dueño de un comercio ubicado en calle 46 entre 5 y 6. En la víspera estaba parado en uno de los espacios pintados de amarillo en ciertas esquinas para proteger a los peatones.

“Esta medida es buena. Antes, cruzar acá era muy peligroso. Este lugar se respeta”, dijo, en alusión al espacio peatonal que resalta por su color amarillo intenso.

Sin embargo, Carlos no cree que sea porque se tomó conciencia. “Esto lo respetan por los bolardos, que pese a que son de plástico les dañarían el auto si los chocan. De no existir los bolardos, invadirían los triángulos como invaden todo. Ni las rampas para discapacitados se respetan”, remató el comerciante.

 

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