Por segunda vez en ocho días hicieron un piquete en las vías del Roca: 300 mil afectados
Edición Impresa | 20 de Diciembre de 2019 | 02:25

Por si no bastara con los trastornos que traen consigo los cortes de calles, cada vez con mayor frecuencia se llevan a cabo piquetes en las vías del ferrocarril. Ayer, nuevamente, ex trabajadores de firmas contratistas de la empresa que opera la Línea Roca cortaron el paso de la formación eléctrica a la altura de la estación Kosteki y Santillán, ex Avellaneda.
La protesta le complicó el día laboral a unas 300.000 personas, según estimaciones de las autoridades ferroviarias.
El corte de vías comenzó cerca de las 17 y se extendió hasta pasadas las 20, momento en que comenzó a normalizarse el servicio, aunque con “fuertes demoras”.
En ese contexto, quienes ayer tomaban el tren en La Plata solamente podían llegar hasta Quilmes. En tanto, el servicio desde Constitución hacia la Ciudad fue interrumpido por completo.
Como se dijo, la protesta fue casi idéntica a la del 11 de este mes. Y por el mismo motivo: la “reincorporación” de 250 trabajadores tercerizados, dijeron participantes del piquete.
“El 12 de diciembre fueron recibidos en el Ministerio de Transporte de la Nación”, aseguraron fuentes de esa cartera, y añadieron que en ese encuentro “las partes se comprometieron a continuar el diálogo y a no realizar nuevos cortes de vías”.
Según los voceros del ministerio, los autoconvocados “fueron recibidos nuevamente hoy (por ayer) y se los invitó a una nueva reunión el jueves 26 de diciembre. No obstante, sin perjuicio de ello, quedó abierto un canal de diálogo con el Ministerio de Desarrollo Social”, se indicó en un comunicado oficial conocido en la tarde de la víspera.
Luego, llegó la bronca de los funcionarios. “Desconociendo la voluntad de diálogo demostrada y lo acordado en dichas reuniones, un grupo decidió en forma unilateral cortar las vías otra vez, perjudicando a más de 300 mil usuarios”.
Piquetes y algo más
El corte de vías como señal de protesta no es nuevo ni mucho menos, aunque de un tiempo a esta parte se volvió más frecuente.
No hace falta decir que en comparación con un corte de calle -más allá del enorme problema que toda interrupción genera a la población- el que se practica en las vías del ferrocarril no deja alternativa alguna, como, por caso, tomar un camino incómodo y más largo. “Si se para el tren, tenés que bajarte y arreglarte con colectivos. Siempre y cuando tengas líneas a mano que te lleven a destino, cosa que no ocurre a menudo porque los servicios de transporte no están sincronizados”, dijo Manuel (47), trabajador platense que ayer no pudo llegar a la fábrica.
Pero no todo se reduce a piquetes. Como dio cuenta este diario días atrás, hoy en día viajar en tren sin percances a veces se transforma en una lotería.
Las interrupciones se extienden y tienen los más diversos orígenes: fallas técnicas, accidentes o caída de ramas sobre las vías. De todo, como en botica.
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