El Conurbano, con los peores índices en alimentación y acceso al agua en el país
Edición Impresa | 28 de Agosto de 2019 | 02:15

M.S.
El Conurbano es tal vez la región más asistida del país. La ayuda social se focaliza en esa región de la Provincia porque allí se concentra la pobreza. Sin embargo, un estudio académico acaba de demostrar que en ese entramado de 24 municipios se registran los peores índices del país en materia alimentaria y de acceso al agua potable, considerados derechos humanos fundamentales.
En un informe titulado “Agua segura y alimentación, derechos pendientes de ser garantizados”, el Observatorio de la Deuda Social Argentina (OSDA), de la Universidad Católica, estableció que en la zona sur del Conurbano el 52,6% de los niños y adolescentes de entre 0 y 17 años no consumen al menos un nutriente esencial al día, lo que configura un drama social llamado pobreza infantil.
A nivel nacional, la “inseguridad alimentaria” –como se denomina al déficit nutricional- afectó el año pasado al 35,8% de la población, pero en el Gran Buenos Aires esa problemática trepó al 40%, de acuerdo al trabajo que coordinó Ianina Tuñón, al que tuvo acceso EL DIA. En ese marco de carencias, el 17,4% de los habitantes del Conurbano experimentó hambre el año pasado.
La “inseguridad alimentaria severa” afectó al 11,3% de los niños y adolescentes a nivel nacional entre 2017 y 2018, mientras que en el Conurbano ese flagelo alcanzó al 14,5%. Dentro de este grupo poblacional, el estudio determinó un dato más grave aún: el 7,8% de los niños y adolescentes del GBA no accede a ningún nutriente esencial en su dieta alimentaria diaria.
De acuerdo a los especialistas, se considera nutrientes esenciales a la carne, el pollo y el pescado; y las frutas o verduras que no sean papa, mandioca o choclo. El 44% de los niños y adolescentes que padecen inseguridad alimentaria severa “no recibe ningún tipo de asistencia”, lo que deja al descubierto que “no son suficientes las políticas de ayuda alimentaria directa en el Conurbano”.
El déficit de nutrientes se agudiza entre los más pequeños. “Un niño que se desarrolla con carencias en la vida posnatal va a tener un retraso de crecimiento que, después de los dos años, se acompaña con una mal nutrición que provocará posiblemente una baja talla y un desarrollo posterior de obesidad”, advirtió el médico Horacio González, del hospital pediátrico Sor María Ludovica y director de la cátedra Maestría en Nutrición Humana de la UNLP.
Sin acceso al agua potable
El otro déficit severo que padece la población del Conurbano es el acceso al agua potable de red, que afecta al 14% de los hogares de la Argentina urbana y al 18% de los niños, niñas y adolescentes, pero que se duplican cuando se tratan de los hogares y los niños del Conurbano bonaerense (27% y 32%, respectivamente).
Según advirtió el Observatorio de la UCA, en consonancia con la Defensoría del Pueblo bonaerense, este déficit afecta con mayor fuerza a los niños de los estratos sociales muy bajos (43,1%) y bajos (38,7%), que viven en condiciones de pobreza (38,9%) e indigencia (40,2%), y en aquellos que residen en villas de emergencia o en asentamientos o barrios informales (50,3%).
La probabilidad de acceder al agua de pozo es mayor en el GBA que en el total país (24,8% contra 11,6%), y también es mayor la propensión a tener que acceder al agua fuera de la vivienda (7,4% contra 4,6%). Mientras que la incidencia del déficit de agua en los hogares del Conurbano (27,7%) duplica al observado en el promedio de los hogares del país (14,1%).
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