Suena otra campana en el violento episodio vecinal de Punta Lara y acusan a la familia del chapista

"No era banda de motoqueros, era un solo pibe que es de acá del barrio y suele andar con la moto y parece que al chapista de molesta. Y entonces salió a correrlo, el chapista y los hijos entre ellos la hija que es policía. Y en la puerta de mi casa lo estaban moliendo a palos y salieron mis hijos y unos amigos, que estaban casa oyendo música, y lo defendieron". Estela Maris Domínguez, una vecina de 11 entre 102 y 104 de Punta Lara, dio a ELDIA.COM su versión de los hechos denunciados como el salvaje ataque de una patota a una familia de la zona de La Pérgola, en el camino costero, que dejó como saldo varios heridos al como este medio informó.

La mujer, que es madre de un menor de edad que resultó con una profunda herida en la cabeza, aseguró que "a mi tampoco me quisieron tomar la denuncia porque la hija del chapista el policía".

Como se relató, los miembros de una familia de Punta Lara denunciaron haber sido salvajemente agredidos a botellazos por los miembros de una patota de motoqueros que, según las denuncias vecinales, "domina " un sector de Punta Lara y utiliza la zona conocida como La Pérgola para hacer reuniones que, dijeron, "arrancan a las 12 de la noche y siguen hasta las 5 de la mañana".

Entre los heridos figuran Ërika Ferreira, una jóvenes de 19 años que recibió un fuerte golpe en un ojo y un hombre de 29 que sufrió un grave corte en la cabeza entre otros lesionados.

 Pero además hay otros lesionados según dijo el jefe de la familia atacada, Miguel Ángel Cerdeira, de 45 años, un chapista y pintor de la zona.

Acaso para darle más gravedad a lo ocurrido, Cerdeira dijo a ELDIA.COM que la policía de la zona no le quiso tomar la denuncia y que asta fue amenazado. Incluso una mujer que sería funcionaria policial amenazó, dijo, a su hija en la dependencia que funciona en La Vieja Estación. "Quedate en el molde porque va a perder el trabajo", le dijo.

Los hechos denunciados habrían ocurrido en la madrugada del último domingo cuando según Cerdeira un grupo de entre 15 y 20 jóvenes con motos empezaron a hacer ruidos molestos frente a su casa, en La Pérgola sobre el camino costero.

Con los famosos "cortes" que provocan fuertes explosiones con las motos y otros desmanes, la patota viene alterando la paz vecinal, dijo Cerdeira que insistió en que la policía de la zona "no hace nada".

En esta oportunidad el denunciante Miguel Ángel Cerdeira dijo que cruzó a pedir  los revoltosos que dejaran de hacer ruidos y les explicó que en su casa al otro día tenían que trabajar y que además en su familia hay una niña con una discapacidad y problemas de corazón.

La respuesta, dijo Cerdeira, fue un salvaje ataque  él y otros miembros de su familia, entre ellos a su hijo Maxi que  recibió un botellazo en la cabeza y su hija Érika que fue lastimada en un ojo.

"Fue una locura, hay otro miembro de mi familia con una costilla fisurada y lastimaron también a un menor de 16 años", señaló.

El denunciante dijo que la patota "domina el barrio, es tierra de nadie y la policía no hace nada".

En ese contexto aseguró que concurrió al Comando de Patrullas a pedir ayuda y que fue "maltratado y amenazado con meterme preso a mi. Una mujer que parece que maneja todo ahí le dijo a mi hija que se quedara en el molde porque iba a perder el empleo que tiene en Policía".

Cerdeira aclaró que se enteró que más tarde se habrían producido algunas detenciones pero que rápidamente los inculpados recuperaron la libertad.

"NO ES COMO DICE EL CHAPISTA"

En tanto, su vecina María Estela Domínguez dio otra versión de los hechos y dijo que Cerdeira y miembros de su familia persiguieron al joven de la moto hasta la puerta de su casa "y le estaban pegando entre todos".

La mujer dijo que el motoquero " a lo mejor pasó con la moto medio fuerte, haciendo cortes (ruidos fuertes al provocar contra explosiones) y el chapista se puso furioso. Ese ´pibe es conocido de mis hijos y sus amigos que estaban en casa escuchando música y salieron a defenderlo porque lo estaban moliendo a palos. Entonces el chapista y su familia volvieron con palos, con todo", dijo. Y agregó: "me rompieron todos los vidrios de la casa".

Domínguez denunció que "a mi tampoco me quisieron tomar la denuncia porque la hija de Cerdeira es policía pero yo esta mañana la denuncié en Asuntos Internos y mañana voy a la fiscalía porque hoy fui y ya estaba cerrado".

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