Los cines en jaque: Hollywood y las salas de cine, de rodillas ante el coronavirus

Pérdidas multimillonarias proyectadas, suspensiones y cancelaciones de rodajes y una gran incertidumbre sobre el futuro: las medidas tomadas en el mundo ante la pandemia tienen en estado de pánico a la industria

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En la industria del entretenimiento audiovisual, desde los grandes estudios hasta las pequeñas salas de cine, crece la preocupación: las grandes inversiones necesarias para hacer cine y televisión dependen de un influjo de espectadores a las salas, la producción de los programas de televisión dependen de cientas de personas que se encuentran hoy encerradas, y con el mundo paralizado por el coronavirus los estrenos de las grandes películas (las que generan la mayor venta de entradas para los cines locales) se postergan para tiempos de mayor audiencia, mientras los responsables se preguntan cómo harán para recuperar las pérdidas que ya se registran en apenas algunas semanas de pandemia.

La proyección de pérdidas para este período en Hollywood asciende, según un informe del Hollywood Reporter, a 20.000 millones de dólares, por el impacto que tienen las medidas sanitarias con la idea de contener la transmisión del Covid-19: la crisis asoma así como una de gravedad jamás experimentada en la historia de la industria.

Y podría ser aún peor: el golpe asciende ya a los 7.000 millones de dólares, y la pandemia todavía no ha alcanzado su pico. El informe se explica que, si se suman las previsiones por lo que resta de marzo, abril y mayo, las pérdidas llegarán al menos hasta los 17.000 millones de dólares.

La suma comprende, entre otros elementos, gastos en la promoción de películas que finalmente deberán esperar para ver la luz (y deberán volver a repetirse para la fecha de estreno) y el gasto de rodajes que debieron suspenderse, desde “Misión imposible 7” a “La sirenita” o “Competencia oficial”, el filme que los argentinos Mariano Cohn y Gastón Duprat ruedan en España con Penélope Cruz y Antonio Banderas.

Pero la mayor pérdida, claro, está dada por cientos de millones de tickets no vendidos, con 70.000 salas de cine aún cerradas en el inmenso mercado chino y la progresiva suspensión, disminución de la actividad o reducción de la capacidad de los cines (para facilitar el “distanciamiento social”) en Europa, Estados Unidos y otros países del mundo.

El panorama ha provocado que los cines en Norteamérica cayeran este fin de semana a sus niveles más bajos en por lo menos 20 años ya que la pandemia del coronavirus provocó uno de los peores fines de semana en la taquilla de Hollywood: se recaudaron unos 56 millones de dólares en ventas en los cines de Estados Unidos y Canadá, según cálculos de los estudios difundidos el domingo. Desde septiembre de 2000, no ha habido un ingreso de taquilla tan bajo desde que se recaudaron 54,5 millones de dólares en taquilla en un fin de semana tranquilo. Y eso que todavía la mayoría de los cines permanecen abiertos, aunque a 50% de su capacidad.

EN ARGENTINA

Con cines cerrados en varias provincias y en el resto con la capacidad reducida a la mitad, las salas argentinas vivieron un similar panorama, y apenas convocaron a 92.000 personas entre jueves y sábado, cuando cada fin de semana suele arrojar más de 300 mil tickets cortados.

La taquilla sufre, y también los productores: previendo este panorama, “Corazón loco”, uno de los estrenos nacionales fuertes del año, suspendió su estreno de esta semana.

El INCAA tomó medidas: anunció no suspenderá sin previo aviso su propia actividad ni las obligaciones convenidas para con la industria, pero recomendaron a los responsables de rodajes y otras tareas de producción la estricta adhesión a las medidas preventivas, prometiendo que las películas con estreno ya programado se verán por la plataforma Cine.Ar y que el monto total percibido será transferido a las respectivas productoras.

El Instituto de Cine promovió además la suspensión de “semanas y festivales”, lo cual acrecienta el signo de pregunta que se cierne sobre el BAFICI, que comenzaba el 15 de abril antes de que la pandemia estallara: sostener la fecha del festival implicaría perder audiencia e invitados internacionales, la mayoría afectados por la cuarentena y prohibiciones de vuelos en sus países, y que además deberían atravesar una cuarentena al llegar al país.

Las autoridades del festival esperarán a que se cumpla el mes de medidas que anunció el Gobierno, para tomar una decisión, aunque quizás opten no por suspender, como hicieran ya festivales de cine como el SXSW en Texas y Tribeca en Nueva York (Cannes sigue preparando su edición como si nada), sino por algún tipo de versión virtual. Muchos artistas que debían estrenar sus filmes en los mencionados festivales optaron por lanzar online sus películas.

¿Y LA TEVÉ?

Esa misma medida piden los tuiteros a las empresas de streaming: que aprovechen que no queda más remedio que ver cine y series en casa (de hecho las acciones de Netflix subieron a principios de mes por los efectos del coronavirus). Pero las noticias no han sido del todo buenas para el sector, donde la situación se vuelve poco a poco igual de incierta.

La mayor pérdida está dada por cientos de millones de tickets no vendidos

 

De acuerdo al mismo reporte, en los últimos días distintas compañías productoras, canales y plataformas suspendieron o aceleraron el final de numerosas producciones en curso. NBCUniversal, por ejemplo, tiene en pausa hasta 35 programas en distintas etapas de desarrollo; ViacomCBS pone en práctica medidas similares, siempre con la idea de tomar precauciones para evitar la propagación del coronavirus; otro gigante paralizado es Netflix, que ayer decretó un freno por dos semanas a todas sus producciones en Estados Unidos y Canadá, tanto de largometrajes como de series televisivas; Disney TV Studios dio de baja 16 pilotos de posibles programas para sus canales y Apple detuvo la producción de numerosas series, entre ellos los reconocidos “The Morning Show”, “For All Mankind”, “See” y “Servant”; Warner Bros. fue más drástico todavía y dio la voz de alto para más de 70 series o pilotos que estaban ya rodando o a punto de comenzar.

Otras compañías que toman por estas horas decisiones similares son FX Productions, WarnerMedia (que incluye señales como HBO y TNT) y AMC (que produce las diferentes versiones de “The Walking Dead”). Suspender las producciones tiene un alto costo y además deja sin trabajo a un gran sector de la industria: el escenario se prevé especialmente duro para todos los miembros del área técnica, actores de bajo cachet, extras y muchos otros trabajos derivados cuyos sindicatos ya están solicitando al gobierno de Donald Trump algún tipo de ayuda financiera que permita conservar los millones de empleos de la industria.

Así, lo que el mundo pedía, que los servicios de streaming aprovechen y lancen sus grandes estrenos de forma anticipada para disfrutar en cuarentena, asoma como una utopía: los grandes estrenos no se terminarán de cocinar hasta que la normalidad no vuelva, y no habrá empleados para realizar las campañas de marketing para promover estas series, por lo que más allá de algunos gestos (Disney apresuró tres meses el lanzamiento de “Frozen 2” en su plataforma, por ejemplo) no se esperan adelantos, y sí muchos retrasos para la mayoría de las series, desde “Stranger Things 4” a “Mandalorian 2”. Incluso, el lanzamiento previsto para mayo del nuevo servicio de streaming HBO Max, que combina el catálogo de Warner con el del canal premium, ahora está en duda.

 

20.000
MILLONES DE DÓLARES es la proyección de pérdidas en Hollywood, por el impacto que tienen las medidas sanitarias
56
MILLONES DE DÓLARES se recaudaron este fin de semana en los cines de EE UU: la recaudación más baja en 20 años
92.000
BOLETOS se vendieron de jueves a domingo en los cines argentinos, donde ya se nota el miedo al coronavirus

 

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